—¿Cómo te sentis?— Acaricia su vientre ya por demás abultado para lo que estan acostumbrados.
—Cansada.— Sonríe acurrucandose más en su regazo.
—Es normal hermosa, es por eso que no quería que trabajaras.— La regaña, acariciando su cabello.
Ambos se encuentran recostados en el sillón de la sala principal con una película de fondo que ninguno de los dos ya le está dando importancia.
—Sabes lo mucho que me gusta trabajar.— Sonríe.
—Pero son tres en un solo cuerpo, nena.— La regaña atrayendola más para él.
—Lo se.— Muerde su labio inferior.
—Me gusta cuando me haces caso.— Besa su frente.
—Te encanta tener el control de todo, eso es distinto.— Adela sonríe ruborizada.
—En realidad quiero tenerte absolutamente para mí todo el tiempo.— Admite haciendo qué Adela se reincorpore y la sienta sobre sus piernas.
—Tenés miedo de que cuando ellos nazcan pierdas protagonismo.— Arquea sus cejas.
—No voy a dejar que eso suceda.— Sonríe malicioso.
—Me gusta que ahora te tomes sábados y domingos para estar juntos.— Se acurruca más a él, dejando su cabeza en el hueco entre su cuello y hombro.
—Me tomare todos los días que me pidas.— Acaricia su espalda.
—Juana me comentó que su nuera se graduó de maestra jardinera y que podría ayudarnos con los niños.— Muerde su labio inferior sintiéndose avergonzada.
De no poder, quizás, abarcar tanto dado a que ella quiere trabajar si o si luego de los seis meses me haberlos tenido, aunque por supuesto será difícil.
—Seras una gran madre, no es necesario que comiences a trabajar tan temprano, Lucien se encargará de todo.— Besa su cuello.
—Necesito trabajar.— Mueve su cabeza a un costado. —Tambien está la fundación.— Le recuerda.
—Hare que Theo le haga una evaluación para corroborar si es apta o no para el trabajo, estoy de acuerdo en que no nos va a venir para nada mal un poco de ayuda extra para cuándo estemos ocupados con el trabajo.— Propone.
Adela sonríe. —¿Vamos a cenar esas hamburguesas que me prometiste?— Sus ojos brillan.
—¡Gio y Seth las harán a la parrilla, ya hicieron el pan casero!— Le comenta divertido.
—¿Y los aditivos?— Lo mira esperando a que él diga que también está todo aquello.
Dado a que se le había antojado por la tarde unas mega hamburguesas.
—Quedate tranquila amor, Juana fue al supermercado y Theo va a traer lo que falta para que esos dos y vos estén contentos.— Asegura.
Adela sonríe y aplaude viéndose muy tierna.
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EL PROTECTOR
RomanceAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ~>')~~~~>')~~~~>')~~~ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...