EL PROTECTOR

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—¿Y es coincidencia que ustedes tengan esa sonrisa en la cara?— Saca la lengua, Theo.

Mientras Seth y Gio se retiran de la mesa con lo que queda de la merienda, Adela oculta su cabeza tras el ordenador, Demian se tira hacía atrás sacando un cigarrillo... E ignorando por completo, sus risas y comentarios, si había algo que él sabía hacer perfectamente, era fingir que nada había pasado y que no le importaba en absoluto lo que acaba de pasar con la castaña.

Ante el gesto de sacar el cigarrillo y llevarlo a sus labios, Adela lo mira de mal modo, Demian rueda los ojos molesto, porqué le controlarán todo... Si había algo qué lo desquiciaba por completo, era aquello, aúnque era bastante ilógico y gracioso a la vez ya que eres una de las personas que más controlaban a su alrededor.

—Estoy al aire libre... ¿Cuál es el problema?— Bufa prendiéndolo y tirando con fuerza el encendedor sobre la mesa.

Adela niega con la cabeza volviendo su vista a la pantalla .—Eso no evita que infectes el ambiente con ese asqueroso humo... Deberías de preguntar si alguien le molesta que lo hagas...— Sube sus hombros tecleando con más fuerza de la recomendada.

Demian suelta carcajada calando de su cigarro. —Mi casa, mis putas reglas.— Sisea.

Theo sonríe anonadado ante la actitud de ambos. —Es que en serio me muero por saber que hacen cuando desaparecen por horas y vuelven así de frescos...— Bromea bebiendo de su licuado, concentrado en su tablet.

Demian niega con la cabeza. —Theo...— Bufa.

Su mejor amigo no iba a parar, de ninguna manera, todavía seguía furioso con él, y era una buena manera de hacerle pagar con la misma moneda.

—¡Además tenían la chance de matarse y no lo hicierón! Sí eso sí que nuevo y los felicito...— Aplaude divertido.

Demian rueda los ojos. —La estás incomodando...— Bufa aburrido.

Adela se sonroja, levemente, pero no quita su vista de la computadora.

—No es mi intención, ella sabe lo jodón que soy...— Levanta sus hombros, torciendo su cabeza a un costado de manera tierna mirando a Adela con ojos dulces. —Aunque en serio, tienen que contarme cuál es el secreto...— Insiste.

Adela niega con la cabeza aguantando la risa, manteniendo la vista en el teclado.

—Y vos sabes que a mi no me gusta hablar de esos temas...— Chasquea la lengua jugando con su cigarrillo entre sus dedos...

Theo va a responder, pero Adela ataca primero, tratando de quitar el tema del medio.

—La pregunta acá es... ¿A donde te fuiste? y ¿Por que me dejaste sola en la playa? Quizás tengas alguna llamada virtual con alguna de tus amigas...— Alza sus cejas mirando al morocho, quién se ríe con descaro.

Demian sonríe de costado.

—No podes negar que te deje en buenas manos... Estoy seguro que ni siquiera me extrañaste...— Alza sus brazos inocentemente.

Adela sonríe negando...

Theo le saca la lengua.

Demian, mientras tanto, se levanta tomando sus teléfonos y llevándolos consigo.

Adela lo sigue con la vista.

Theo sonríe... —¿Te trata bien?— Su voz, ahora, es paternal y seria.

Adela roja cómo un tomate asiente con la cabeza. —Si.— Acota obvia.

—Te lo pregunto enserio, Adela...— Bufa.