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—¿Tomas café?— Pregunta Theo ingresando con su taza vacía, para recargarla...

Demian niega con la cabeza, mientras suspira y se enfoca en la computadora... 

Su amigo visualiza un vaso de Bourbon a su lado, es por eso que había rechazado el café...

—No.— Sisea. —¿Llego el cargamento?— Cuestiona.

Theo se da media vuelta recargándose sobre la mesada... Revolviendo su café. —Todavía les queda una hora para llegar a horario, por eso no estoy preocupado...— Explica bebiendo un sorbo de café.

Demian asiente sin levantar su cabeza de la pantalla... —Genial.— Sisea con sarcasmo.

Theo frunce su entrecejo. —¿Problemas? ¿Por qué tenes esa cara?— Pregunta sentándose...

Demian suspira, cerrando los ojos.

—Quiero asegurarme de que venga el encargo para irme a la oficina...— Mueve el cuello.

—Vendra, Demian.— Alza sus manos.

—Si no tuviera empleados tan inoperantes podrías recibir vos la orden, pero alguíen se olvido de que tengo una vida y no puedo pasar todo el día en mi casa...— Comenta con sarcasmo mientras teclea más fuerte de lo correspondiente...

Theo bufa y bebe un sorbo de la taza... —Tu cara da asco, hermano, realmente...— Observa.

Demian levanto los hombros desinteresado... —No me digas.— Murmura.

—No dormir te está matando...— Aseguro levantando una ceja... —Ir a la oficina así, no va a dar resultado...— Comenta bromeando, y a la vez en serio...

Demian sonríe cínico. —Tengo la misma mirada que cuando Elena no quiere verte.— Aplica su ley de frío.

Theo suspira bajando la mirada. Y Demian, en cierto punto, se siente culpable de usar a Elena para fastidiar a su mejor amigo. Más cuando él la tiene bajo su ala y protección en silencio.

—¡Imbécil!— Senténcia.

Demian alza sus manos divertido. 

Creyendo que desde hace varios días, era la única vez qué los dos estaban riendo y cambiando sus miradas a unas más amables, teniendo en cuenta todo el ajetreo qué llevaban consigo, gracias a lo que estaba ocurriendo con Derek y su desaparición, luego de que él plan que habían ideado, se estuviera retrasando un poco por demás.

—¿No la viste aún?— Alza sus cejas en su dirección.

Theo aprieta sus labios. —Solo hablé por video llamada, y mensajes a todo momento, no creo que sea correcto que ahora mismo esté dando vuelta por la calle con ella, y tampoco quiero que me sigan.— Hace una mueca con sus labios.

Demian hace exactamente la misma mueca, reconociendo con su mejor amigo haría hasta lo imposible por proteger a la persona que amaba. Y qué tenía que reconocer que lo que hacía era verdaderamente algo qué requería de mucho esfuerzo, pero por sobre todas las cosas de mucha valentía.

Sí él mismo se viera expuesto en su lugar no dudaría ni un solo segundo en tomar lo que es suyo, por más que ella no quisiera. Y Theo hacia las cosas a su modo, protegiendola a todo momento, pero sufriendo y estando en diferentes estados de ánimo, dependiendo del día y aquello era una tortura para Demian.

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EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora