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—¿Señorita, Adela, necesita algo?— Pregunta.

Ella niega con la cabeza dejando el bolso en la mesa principal del recibidor. —Gracias.— Murmura.

—La señorita Luna y Kevin ya están en su hogar, por si precisa que Mark vaya por sus cosas.— Propone.

Niega una vez más con la cabeza sin dirigirle la mirada a Tyler, quien lleva una mano a su cabeza y la rasca su nuca confundido... —Iremos mañana.— Responde ronca.

—En lo que precise yo puedo ayudarla...— La mira.

Ella toma aire aún dándole la espalda y alejándose cada vez más de su custodio, del cuál por supuesto, no espera que fuera ya su custodio, dado el echo de que ella y Demian ya no estarían más en eso que estaban...

—Gracias.— Murmura.

—Simplemente usted levante su dedo y allí estaré.— Mueve sus manos entre ellas esperando una respuesta por parte de la castaña...

Una respuesta que no llega...

El morocho suspira y asiente con su cabeza sin que ella lo vea... Pero su personalidad no le permite quedarse callado... —Adela... Yo... Siento todo lo que sucedio...—Suelta.

Ella se da vuelta con sus manos en forma de puño, apriera sus labios y toma aire antes de hablar... —¡¡Necesito estar sola, Tyler, sola, sin llamadas, sin visitar y si mañana no me levanto para ir a trabajar no quiero a nadie tocando el timbre, ni preguntándo el porqué de mi ausencia!!— Grita.

Suena grosera, no se da cuenta hasta que se da vuelta y siente sus mejillas humedas a causa de las lágrimas que esta evitando soltar desde que se subió al auto.

Tyler baja la cabeza y aprieta sus labios de manera lastimosa por la actitud de Adela...

Pero para su suerte Mark ingresa por la puerta con su rostro completamente serio...

Le hace una mueca en modo de saludo.

—¿Código Rojo está adentro?.— Pregunta.

Tyler asiente señalando la puerta blanca del playroom, por la cuál la castaña se había dirigido, luego de soltar fuego por la boca al dirigirse al morocho, mientras que Mark se dirige a la cocina, luego de haber puesto la alarma en el tablero, al oír las palabras de su compañero.

—La casa está segura, codigo rojo también.— Apaga la frecuencia del radio y se dirige a su habitación, dejando a Tyler, aún, en la cocina con medio vaso de gaseosa por terminar...

Tyler había pensado esperar a su compañero pero al recordar que este mismo no era Evan, realmente no sabía mucho que hacer, por lo que se dispuso a quedarse en el sillón en caso de que Adela lo necesitará, para algunas urgencia, e intentó marcar el número de su esposa para poder charlar un rato con ella y despejarse...

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—Que mires las cámaras no lo arregla todo ni la trae de nuevo hacía a vos...— Chasquea su lengua y se sienta frente a su escritorio...

Demian bufa. —Mark ya aseguró la casa... Tyler se queda de guardia...— Suelta.

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora