—¿Qué pasa Theo? ¿Aburrido?— Mueve sus labios a un costado apoyada en la puerta principal de su casa...
—Hola.— Sonríe.
Adela lo observa de forma cínica. —Tu casa es a cien metros de distancia de aca, creo que te confundiste de vecindario... O de propiedad...— Señala, divertida y con un dejo de con burla en su voz y en su mirada, hacía afuera.
Él se rasca su nuca y la mira con una sonrisa de costado algo nerviosa... —Vine a ver como estabas... O si necesitaras algo, sabes que podes contar con nosotros en lo que necesites.— Sube sus hombros y traga saliva deteniéndose unos minutos a ver las facciones de Adela y su estado físico.
Sus ojeras son notables, luego de dos días sin haber dormido y haber estado sentada en el mismo sillón, Tyler y Mark cuidan de ella, desde la lejanía de la casa, ya que la castaña no les permite entrar a su propiedad...
Tyler tuvo que ir a la mañana por un bolso para él y su compañero de trabajo, para poder acomodarse en el quincho, lo bueno es que había sillones, baño y una habitación con camas...
Pero eso no quita el hecho de que aquella decisión les hiciera un poco más difícil su trabajo...
Hasta incluso, Adela, parecía más delgada, pero no podía notarse tan sólo en tres días, quizás era porque las ojeras la estaban delatando, al igual que sus ojos rojos y sus labios resecos y partidos...
La castaña se da cuenta de cómo es la esta analizando y hasta puede ver esa mueca de pena en sus ojos, que le da completa repulsión viniendo de él, porque sabe perfectamente que venía a nombre de Demian...
—Ya me viste...— Sube sus hombros con una falsa sonrisa, —Ya podes retirarte de mí propiedad... Estoy verdaderamente ocupada cómo para recibir este tipo de visitas...— Mueve su cabeza a un costado y tamborillea sus dedos en la gran puerta de metal...
—Solo...— Murmura.
—Y, sí... Necesito algo.— Sonríe moviendo sus pestañas...
Theo se ilusiona de lo que le pueda llegar a pedir. —Claro, lo que necesites.— Sonríe.
—No quiero más custodios... Me da igual lo que pienses... Ya no los quiero más...— Demanda.
Él suspira y asiente con la cabeza... Pero luego, tuerce sus cejas y niega.
Adela se ríe por dentro porqué casi cae...
—No voy a poder cumplir con eso, lo lamento...— Hace una mueca y suspira apenado... —Sin órdenes de arriba.— Aprieta sus labios...
Ella rueda los ojos y lo mira manteniendo todo su peso en una sola pierna. —Adios, entonces, Theo...— Sonríe sin que su brillo llegue a sus opacos ojos y atina a cerra la puerta.
Él la frena con una mano en la misma... —Adela.— Murmura.
—Sí como jefe de seguridad no podes encargarte de eso, la verdad dejas mucho que desear, no vuelvas a aparecer por mi casa.— Demanda molesta...
Theo la frena, antes de que cierre la puerta en su cara. —Gio te manda unos panes saborizados... Creyó qué te levantarían el ánimo.— Le enseña la caja que tiene en su mano derecha.
Ella alza una ceja y suelta una carcajada irónica y escalofriante que hace que Theo muerda su labio inferior sin poder dejar de pensar en cómo ayudarla...
Adela, finalmente, le cierra la puerta en la cara, el morocho se queda con la caja de panes en la mano, con una expresión de dolor en el rostro...
Baja la cabeza y bufa...
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EL PROTECTOR
RomanceAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ~>')~~~~>')~~~~>')~~~ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...