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Theo no deja de reír, están en su escritorio ahora, y su gran amigo esta en el sillón de enfrente a él.

Habían vuelto de almorzar, y siempre era la misma rutina, a menos que Demian tuviera algo importante que hacer, se fumaban un cigarrillo en la oficina de Theo, mientras repasaban la agenda. 

—Cuando termines de reír, me gustaría que pasáramos a temas más serios.— Chasquea su lengua. 

Su amigo alza una de sus manos en son de paz. —Todo oídos.— Sonríe burlón.

Demian pasa una mano por el puente de su nariz, mostrando su frustración. —Como por ejemplo comentarte como me fue en la reunión ayer con ferry.— Argumenta poniéndose serio y volviendo al trabajo.

Si había algo que él respetaba era los horarios laborales, era muy organizado en todo, aún más, en sus asuntos de dinero.

—¡¡Es que, necesito ir y felicitar a esa chica ya, Demian!!— Canturrea. —¡Además de que estoy alucinando con el hecho de que se tuviera pasado ese pequeño detalle al contarte que sabía lo que había sucedido en la oficina de Leo!— Lo regaña.

 Demian levanta una ceja hacía su amigo, torciendo la boca en un gesto de desagrado. 

—¿Que?— Arruga su entrecejo molesto.

—No puedo creer lo caliente que viniste... Te duró todo el almuerzo.— Se lleva una mano a la cabeza y revolotea su pelo, sin dejar de sonreír.

Demian bufa. —Theo.— Murmura perdiendo la paciencia.

 —Con razón tu humor de antes, si no me contaban los chicos, no me lo hubieras contado. ¡¡Sos un imbécil, soy tu amigo!!— Le reprocha animado, mientras se mete un chupetín a la boca.

—¡Porque no le viste la cara al imbécil de Tyler!— Se ríe de costado, y enciende un cigarrillo.

—Oh oh... Eso es nuevo.— Sonríe.

—Apuesto a que quedo más furioso que yo.— Sonríe orgulloso de la paliza que le dio, y cómo había quedado al anunciarle que su esposa también podía quedar desempleada por su culpa.

Theo suspira, teniendo que darle la derecha en ese comentario. —Me imagino que lo destrozaste...— Se levanta de su silla y toma asiento enfrente a Demian, prendiendo el portátil que tenía en sus piernas.

—Así fue.— Sonríe sin más.

—Me contó Gio, que Evan lo llamo y le dijo como había llegado Tyler a la oficina, le tuvieron que dar un cambio de ropa y arreglarlo un poco antes de que ella lo volviera a ver, pero por supuesto que se dio cuenta...— Suspira negando la cabeza, con una sonrisa picara en el rostro.

Demian lo observa con indiferencia absoluta. —Ella se lo buscó.— Murmura desinteresado.

 —Pobre Adela, no esta acostumbrada a la violencia, tampoco esta acostumbrada a vos, debe pensar que sos una bestia.— Vuelve a meterse el chupetín en la boca divertido.

Demian lo mira rodeando los ojos por la actitud.

—Lo lamento.— Declara burlón.

Realmente le importaba muy poco lo que pensara la castaña de él, incluso, cuando más la pudiera incomodar más divertido sería.

—Derek me llamo ayer, esta un poco perseguido con toda la situación, sigue recibiendo llamados, y algún que otro mensaje.— Explica rodeando los ojos... —¡Le dije que nos íbamos a encargar de la situación y que dejara de inmiscuirse en donde no lo llamaran, pero no estoy muy seguro de que acáte una de mis reglas!— Sisea.

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora