EL PROTECTOR

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—¿Queres ir a la playa?— Demian jadea.

Acaba de romperle el trasero a Theo en sus entrenamientos diarios, y había visto a la castaña desde lejos ocupada y concentrada en su trabajo, por lo cuál cómo sus niveles de bronca estaban relajados y apagados, le pareció buena idea para acercarse a ella...

Adela levanta la vista mirándolo.

—Estoy ocupada.— Vuelve la vista a su trabajo y tipeando dos emails para Kevin y Lucien...

Él rueda rodeo los ojos... —Eso lo puedo ver.— Se queja.

Enojado porque ella no se había quedado cómo tonta mirando su torso denudo, o no le había ni dirigido la palabra siquiera, y sabía perfectamente que le hablaba de aquella manera por cómo se había comportado en el desayuno.

—¿Te ayudo con algo más?— Susurra algo aburrida.

—Despúes de almorzar entonces...— Demanda.

Adela niega, suelta una bocanada de aire mirándolo de manera aburrida. —No creo terminar el trabajo, podes ir con cualquiera de tu custodios.— Responde sin dirigirle la mirada.

Demian tensa sus músculos arto de que ella le diga que no a todo. 

Suelta una carcajada y mira su deportivo reloj pulsera. —Es temprano, Wood, todavía no es ni media mañana, y confió en que vas a poder terminar todo lo que tengas, además Lucien y la putita de tu amigo pueden ocuparse...— Levanta los hombros.

Adela lo come con la mirada, tomando con fuerza un marcador para tachar unas cosas de sus hojas. —No escuché eso.— Sentencia dándole una oportunidad.

A Demian, de todos modos, no parece importarle. —Para algo están los empleados, vos sos la cabeza de la firma, no podes estar en detalles...— Esboza una fría sonrisa, —Y te vuelvo a recordar las consecuencias que trae dejarme plantado o no acceder a las órdenes que doy.— Sentencia.

Adela traga saliva mojado sus labios.

—Si pensas seguir llamando a mi amigo así dudo que quiera ir a la esquina con vos... Sos la persona menos profesional que conocí en la vida... La verdad que tu comportamiento deja mucho que desear no puedo creer que puedas llevar una firma tan grande y la vida que tenes con ese vocabulario...— Niega con la cabeza. 

—No puede ser.— Se queja.

—Y yo no estoy acostumbrada a mandar a la gente por placer, a los empleados se los cuida y trata bien, somos todos humanos... Y por si no te quedó claro no voy a acatar tu orden... Y me tiene sin cuidado las consecuencias...— Hace una mueca con su boca mirándolo con asco.

—Ayer no decías lo mismo...— Canturrea apoyando sus fuertes manos en el respaldo de la silla que estaba al lado de Adela.

Ella rueda los ojos mirándolo, esperaba que en algún momento él, contracara con alguna palabra referida a los hechos anteriores entre ambos, es por eso que no se le nota sorprendida, al contrario, esta esperando el momento.

—Estas demasiado equivocada.— Demanda apretando sus puños con fuerza.

—Por eso mismo lo digo, lo que paso ayer con vos fue un error, que espero no vuelva a pasar, aúnque, claro con ese vocabulario no va a volver a pasar... Por más que lo intentes...— Asegura fría.

Él  traga saliva y agacha su cabeza, esta furioso... —No fue un error, y lo sabes, tambíen, es obvio que no te arrepentís, y que te morís de ganas de estar mojada por mi... Estabas deseandolo desde que me viste...— Levanta una ceja mirándola... —Y no lo vas a poder olvidar porque te encanto.— Sisea.