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 La castaña suspira con calma y baja dejando su celular sobre la cama de manera brusca...

No podía creer que tuviera el descaro de presentarse a esas horas de la noche en su propiedad...

—¡Simplemente imposible!— Murmura para si misma.

Ya se estaba cansando de qué se creyera el centro del mundo y que interrumpiera cualquier momento de su intimidad.

Necesitaba tomarse un rato para ella misma y descansar, incluso, ya le había comenzado a dolerle la cabeza, teniendo en cuenta qué había sido un día muy alborotado.

Cierra la puerta de su cuarto delicadamente y se encamina a las escaleras con una remera gris escote V de su hermano, que le tapaba los muslos, junto con unas calzas corte bikers que había encontrado sobre la cama, ya que acostumbraba usar las mismas para dormir... Y unas pantuflas de garras color turquesa...

Cuándo baja al primer piso corrobora que Evan esta sumamente dormido ya que no hay luz ni sonido desde su cuarto...

Y ni siquiera se había percatado del motor de deportivo de Demian encendido.

Sabía que estaba claramente cansado por todo lo que habían echo hoy, además de que Kevin había convencido a Evan de beber unos tragos por más que estuviera en servicio, esperaba que aquello no fuera a caer a oidos del rubio de ninguna manera...

—Ahi vamos.— Llega a la puerta principal y al abrirla la cierra detrás de ella despacio para no hacer ruido...

Demian cuando escucha el cierre de la puerta levanta la mirada y la escanea de arriba abajo, una sonrisa burlona se acerca en su rostro...

—¿No había algo menos infantil?— Menciona señalando con su dedo las pantuflas de la castaña, quien se sonroja e ignora el comentario, cruzándose de brazos mientras bajaba el escalón ...

—¿A que viniste?— Pregunta directamente cuando estaban a unos pasos de distancia...

—A hablar.— Menciona poniendo los ojos en blanco.

Adela suelta una carcajada observándolo de arriba a abajo, con desprecio. —¿A esa hora?— Indaga torciendo su entrecejo.

—Pense qué aún podías deducir eso...— Fija su vista en la pequeña venda que tiene en lo que supuso que sería la herida...

—Deduzco muy bien las cosas...— Le hace saber molesta por su comentario.

Damián chasquea la lengua. —¿Entonces no es obvio?— Pregunta haciendo un movimiento de cabeza.

Ella niega con la cabeza repetidas veces frunciendo el ceño confundida...

Al mismo tiempo que se tapa con una mano la herida para dejar de sentirse observada de tal manera hacia él...

—¡¡Son las cuatro y media de la mañana, Maloy!!— Menciona quejándose con los ojos abiertos.

El pelo se le movía para todos lados a causa del leve viento.

—Se muy bien la hora que es.— Sonríe burlón.

Adela suspira encontrando su eje de calma. —Creo que podrías haber pasado mañana a hablar de lo que sea que tengas en mente.— Bufa cansada.

—Es un buen horario para hablar.— Demanda manteniendo se erguido. —Y de cualquier manera con la escena que montaste hoy haciendo ese espectáculo automovilístico, me queda en claro que puedo venir a hablarte a la hora que se me antoje.— Sonríe malicioso.

—No quiero discutir, realmente estoy cansada...— Comenta con un semi puchero...

A Demian se le dilatan los ojos ante ese gesto...

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora