Comienza a masajear su pene mientras qué tiene, todavía, las piernas de Adela abiertas, ella traga saliva al ver aquella imagen, pero se sobre excita cuándo él golpea su pene contra sus labios, dos veces, sintiendo el calor de ambos cuerpos.
Él relame sus labios y con sólo un brazo la levanta rápidamente para ponerla encima de él, Adela jadea ante aquél movimiento qué la toma tan por sorpresa, pero rápidamente se aferra a su espalda y hombros, él con su pene en su mano sin dejar de moverla, lo introduce rápidamente en Adela, la misma cierra los ojos al sentir esa placentera sensación de tenerlo dentro de ella...
La castaña comienza a cabalgar el cuerpo de Demian, pero él es más rápido, tomándola con firmeza de las caderas y haciendo los movimientos más fuerte y rápido con su pelvis... Adela puede sentir cómo cada vez se introduce más en ella, podía sentir esa sensación en el estómago golpeándose continuamente, y por eso tiene qué aferrarse a los hombros de Demian, debido a la rapidez y fuerza que él tiene para moverse...
Adela vuelve a llegar primero qué él, por segunda vez en la mañana, Demian al sentirla tan húmeda sonríe y muerde su hombro sin dejar de bombear, la empuja hacía la cama y vuelve a colocar las piernas de la castaña en sus hombros tomando las mismas para ejercer presión en ella sin dejar de moverse... Sus testículos golpean contra la entrada de su ano una y otra vez...
Adela se ve embriagada rápidamente por el cálido y caliente líquido de Demian... Quién sigue unos minutos más haciendo presión hacía ella... Después de acabar la sensación se hacía mucho más sensual y la zona de sus testículos y pene se volvía más erógena volviéndo por completo de excitado a Demian...
Adela no puede creer todas las nuevas sensaciones que esta conociendo gracias a él...
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—¿Y está foto?— Demian alza su ceja mirando la fotos que Theo baja a su cámara.
Algunas de la cena pasada y en ellas algunas que el morocho tomó a la pareja.
Theo suspira mirando la imagen que Demian señalaba. Sonríe mirando a su amigo.
—Es de ayer.— Frunce su boca. —Si no me equivoco.— Murmura, volviendo a su tarea.
Él traga saliva cerrando la cámara de fotos y apoyándola sobre la mesa ratona. Se lleva una mano a su pelo despeinandolo. —Que no las vea.— Murmura prendiendo un cigarrillo casi con necesidad.
—Tranquilo que sos muy transparente, por más que no las vea tus sentimientos están amenazando por saltar de tu cuerpo en cualquier momento.— Demanda.
El rubio arruga su frente, dándole una fuerte calada a su cigarro. —No digas pelotudeces.— Exclama alzando su mano, dejándose caer con fuerza sobre el sillón.
Theo sube sus hombros, negando y sonriendo. —Si, cómo sea.— Murmura.
—Estás en el living central con las fotos cuándo ella puede pasar y verlas.— Le recrimina, señalando la cámara y la computadora que esta sobre la mesa ratona, a un lado de la jarra de café y un plato con las migas de lo que quedaba de las medialunas...
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EL PROTECTOR
RomanceAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ～>')～～～～>')～～～～>')～～～ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...
