—Estas nervioso.— Elena acomoda su saco.
Theo suspira y muerde su labio inferior, no sin antes robarle un pequeño beso de sus labios. —Pense qué sería un buen regalo que ella viniera esta noche para él.— Brama negando.
—¿Pero?— Sonríe dulcemente.
Theo bufa. —Es más que claro qué no va aparecer, no después de haberle pedido a Kram ese favor.— Murmura.
Elena, coloca ambas manos alrededor de su cuello para poder centrar la atención en sus ojos.
—No está bien que revises correo de los demás, sé que lo haces conmigo, y también sé que lo estás haciendo con Adela tan solo para ayudar a tu mejor amigo, pero Demian, es responsable de sus propios actos, y conociendo levemente cómo suele manejarse, no estoy muy segura de que algo logré bajar el ego que tiene para pedirle disculpas a Adela.— Murmura.
Theo sonríe, mordiendo su labio inferior, ante el pequeño latiguillo que había hecho su mujer de que siempre estaba siendo observada por él, pero no estaba enojada ante el hecho de que era investigada continuamente, sino que en realidad sabía que lo hacía por su obsesión con la seguridad.
—No sé, Demian, siempre está ahí para mí, y creí que era una forma de poder devolverle todo lo que hace por mí.— Sonríe.
Para luego, hacer una pequeña mueca con sus manos y restarle importancia, debido a que probablemente, su mujer tenga razón, y además de que no es su problema, quizás, lo mejor es que las cosas tomen el rumbo que tienen que tomar.
—Lo se, amor.— Sonríe y acaricia su mejilla. —Y se qué lo que tienen ustedes dos es mucho más que una amistad, pero puede que sea momento de que él solo se dé cuenta de lo que está haciendo, y quizás qué Adela no se presente esta noche y no acepte la invitación de pasar nochebuena para con nosotros, haga un pequeño clic en tu mejor amigo.— Guiña un ojo sutilmente.
Theo sonríe, y solamente hace falta ver sus ojos para darse cuenta que no necesita completamente nada más.
Elena, es todo lo que alguna vez soño y es todo lo que necesita.
—Sos increíble, Elena, y te ves malditamente increíble y sensual.— Sonríe de costado.
Ella, baja la mirada completamente avergonzada. Pero en ningún momento quita las manos de su cuello.
—Te amo, Theo.— Susurra en sus labios.
Theodore, se congela al escuchar aquellas tres palabras, no es que nunca las hubiera escuchado por parte de Elena, era completamente todo lo contrario, pero quería que esta vez pudiera ser diferente entre ellos, quería demostrarle que iba a pelear con uñas y dientes para sacarla de dónde estaba, necesitaba que ella se sintiera una mujer empoderada e increíble a su lado.
Por eso mismo, se toma unos instantes mientras que aprovecha para tomarla de la cintura y atraerla hacia su cuerpo.
Traga saliva, y observa a detalle cada una de sus facciones. —Sos la única cosa buena que me pasó en toda mi vida.— Demanda ronco.
Elena, suelta una pequeña lágrima y niega con la cabeza para evitar que él se quede con esa imagen, justamente por eso se aferra a su cuello y apoya su cabeza de manera delicada sobre su traje, para poder escuchar el sonido más hermoso, el sonido que siempre necesitaba escuchar, el de los latidos del corazón de Theodore.
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EL PROTECTOR
RomanceAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ~>')~~~~>')~~~~>')~~~ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...