EL PROTECTOR

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—¿Qué se supone que haga?— Bufa bebiendo de la copa y dejándola en la bandeja del primer mozo que vió pasar.

—Demian.— Theo sisea.

—¿¡Arrancarle la cabeza frente a todos o pegarle un tiro y dejar que se desangre!?— Aprieta sus puños y no deja de mirar a la castaña y a su compañero de está noche.

—Demian.— Insiste su mejor amigo.

— Quiero que anules cualquier foto que vaya a salir de ellos juntos...— Analiza a sus custodios y entre cierra los ojos completamente molesto.

—Bien, yo me ocupo de eso.— Deja en claro.

—Quiero lanzarme hacía él y matarlo, Theo...— Demanda cinco.

Theo junto con Seth, se quedan a su lado completamente atentos, el morocho toma en cuenta su pedido y ya se dispone a cruzar unas palabras con los colegas fotografos qué el conoce.

—Calmarte... Quizás podrías empezar por eso...— Mira a todos lados y finge una sonrisa.

—No quiero.— Brama.

—Estamos en público y hay muchos funcionarios, funcionarios qué necesitas para expandirte... No es lugar ni momento para uno de tus números.— Alza una ceja y lo mira con cautela.

Demian rueda los ojos antes el comentario de Theo. —No me jodas.— Suelta.

—Ella está en el medio, y te aseguro que sólo se ven cómo amigos... Si eso te hace sentir algo tranquilo al menos...— Suspira algo cansado.

Mientras sonríe cuándo ve a Adela acercándose para saludar, cómo era de esperarse, ella va a fingir la cordialidad...

—Carajos.— Murmura por lo bajo.

—De cualquier manera, quédate tranquilo que no habra fotos, aúnque me causa mucha risa qué tengas competencia, es gracioso qué pienses qué él te puede ganar, por favor... Todo protocolar, da asco...— Su amigo se burla de la situación.

A Demian, ese comentario no le cae nada en gracia pero Theodore lo hace porque Adela está a menos de un metro de ellos y contando, y porqué los fotógrafos y los más destacados empresarios se encuentran a su alrededor.

Si bien Demian, tiene fama más negra que blanca, no hará nada en público, al menos que su paciencia se colme y decida tirar todo por la borda, gozando de ese poder que emana.

—Te ves hermosa, Adela...— Acota.

Adela sonríe y le pone su peor sonrisa falsa, Theo no lo pasa por desapercibido y algo en un interior se quiebra, pero alza su barbilla y estrecha sus manos con las de Kram, ignorando el echo de que la castaña sólo le dio un beso y no le dirigió la palabra.

—Un placer, Theodore Finnic.— Saluda haciéndose a un lado.

—Kram...— Terminan de estrechar sus manos y toda la atención recae en Demian, quién mira a la castaña con la rabia corriendo por sus venas.

—Hay que hablar...— Ordena mirándola fijamente.

Adela se ríe y niega con la cabeza mirando levemente a su alrededor, esperando que nadie les este prestando atención...

Los custodios de Kram están justamente detrás de ellos, y Demian les regala una mueca socarrona, la cuál el dúo detecta de inmediato que será para problemas...

—A solas...— Mira a Kram, con desdén sin aún saludarlo y vuelve su mirada fría hacía ella, con sus ojos grises más oscuros qué nunca...

Adela, niega, nuevamente, y relame sus labios manteniéndole la mirada... Mientras qué hace mas fuerte el agarre de su brazo para con Kram, muy gustosa, disfrutando de tocarlo ante los ojos de Demian...