—¡¡Maldición!!— Exclama Francis con un mueca en su rostro de dolor.
La transacción había salido bien, hasta que los quisieron embaucar llevándose también el dinero, los chicos tenían en claro que lo importante era mantenerse con vida, al igual que todo su equipo.
Si perdían aquel dinero no iba a suceder nada, pero en lo que ellos estaban haciendo ahora era poder hacer valer el legado que sus padres le han dejado.
—¿Te dieron?— Derek lo mira horrorizado.
—Estoy bien, sólo me golpeó demasiado.— Se queja.
Si bien había estado practicando desde hace más de tres años, al haber peleado con aquellos matones le daba la pauta de que aún le hacía falta muchísimo entrenamiento.
—¡Demian va a matarme!— Deja el radio en sus piernas y avanza a toda velocidad.
Su equipo los sige, al igual que Aiden y Cédric en autos separados.
—¡A ambos!— Asegura Francis acomodándose mejor en el asiento del copiloto.
—¡Estoy seguro que Aiden ya le aviso!— Maldice apretando el acelerador a fondo.
—Sip.— Francis toma el radio que no deja de sonar.
—¿¿¡¡Que carajos paso??!!— Sisea.
Francis tiene su mano sobre su abdomen mientras que Derek hace malabares para manejar con una rozadura de bala en su brazo.
—Hola, papa.— Murmura Derek, aúnque, sabe que no lo va a escuchar.
—¡La entrega fue correcta, pero tuvimos una emboscada de otro mando... Querían pasarse de vivos y quedarse con el dinero, pensaron que porque era un nuevo equipo podían tacharnos de novatos!— Explica a detalle Francis.
—¡¡Son novatos, si no claramente esto no hubiera pasado!!— Les grita del otro lado.
Ambos cierran los ojos un microsegundo.
—¡¡Lo lamentamos, tenemos el dinero, sólo tenemos que pulirnos!!— Se queja Francis.
Demian maldice desde el otro lado de la línea. —¡No entienden, esto era importante para nosotros, necesitábamos de esto para poder dejarlos ser!— Escupe con recelo.
—¡Vamos a encontrar a quienes nos emboscaron!— Asegura el morocho de ojos azules.
—¡A la clínica que les indica el GPS, de inmediato!— Demanda Demian cortando la señal para que ellos no puedan retrucar nada.
Inmeditame GPS junto a la pantalla de la flamante camioneta de enciende mostrándoles la ruta a seguir.
—¡No van a darnos nunca más nada!— Se queja Francis frustrado.
—¿Te pensás que ellos nacieron sabiendo todo?— Se ríe Derek.
Francis niega con la cabeza tomando la responsabilidad de todo. —¡Son nuestros padres, a otros hijos se les exige entrar a las mejores universidades a nosotros hacer bien el trabajo!— Demanda asqueado.
Y molesto consigo mismo, esto es algo que ambos amigos pidieron, que ambos buscaban ser. Y fallar o hacer el trabajo a medias no es algo de lo que ninguno de los dos estaba orgulloso.
—Gracias por salvarme allá.— Admite ronco Derek, ingresando ya al radio de la dirección a la que su padre los envío.
—¡Somos hermanos, Derek, jamás te voy a dejar!— Le asegura haciendo ambos un saludos de "machos" con las manos, que le genera una mueca de dolor a los dos.
ESTÁS LEYENDO
EL PROTECTOR
RomansaAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ~>')~~~~>')~~~~>')~~~ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...