EL PROTECTOR

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—¿Que te pareció la comida?— Pregunta.

Adela está recostada sobre el sillón, todo el equipo íntimo de Demian repartido por los sillones restantes.

Whisky y café con tortas descongeladas en la mesa ratona.

La play en funcionamiento y música pesada de fondo, la castaña ríe ante las anécdotas de los grandotes, Demian disfruta de su momento de relaxs, compartiendo el momento con Adela, pero sin dejar de pensar en todos sus trabajos pendientes.

Era algo imposible prácticamente dejar a un lado de su trabajo.

—Estuvo todo excelente, creo que la fama que te hacían esta más que comprobada.— Asegura con una sonrisa al grandote.

Demian se levanta con su teléfono en mano, a pesar de ser pasadas las dos am el aún, sigue recibiendo notificaciones del trabajo.

Theo mueve su cuello descontracturandolo metido en su juego, intentando distraer a su contrincante. 

—Soy el mejor, pecas...— Guiña un ojo burlándose de la castaña, quién niega divertida con la cabeza. —Cuando quieras te enseño, aúnque dudo que puedas seguirme la pista...—  Agrega.

Adela se muerde el labio aguantando la risa.

—Sos bastante despistada...— El que habla ahora es Gio...

Theo bufa poniendo su boca a un costado. —¡Deja de molestarla, Gio!— Gruñe alzando una ceja.

Demian llega, nuevamente, junto a Adela.

Theo mira a Gio, quien chasquea la lengua y se dedica a servirse otro vaso de whisky.

—¿Que pasa?— Seth lo mira.

—¡Bella me tiene de las pelotas!— Gruñe tirando su pelo hacía atrás.

Toma a Adela, bruscamente, haciendo que ella apoye su cabeza en su pecho... Mira a Theo, quién detecta, inmediatamente, su mirada. 

—No se le va a ser fácil...— Asegura dejando el mando de la play y sentándose sobre el borde del sillón, enfocando su vista en él.

Adela, continua con su mano en el pecho perdida en el juego, sin querer meterse en una conversación en la que claramente Demian no la quería hacer participante. 

—Es un circulo vicioso del que quiero salir alguna vez... No quiero tener relacion con ninguno de los dos...— Golpea con fuerza el cuero del sillón.

Adela se estremece, él pasa su mano libre por su espalda, trazando circulares movimientos. La castaña se remueve con intención de levantarse para dejarle su momento, pero él se lo vuelve a impedir haciendo presión sobre ella hacía abajo.

—Tenemos los recursos, Demian...— Alza su ceja mirándolo con precisión.

Demian bufa. —Eso es lo que más me molesta, porque lo sé.— Sonríe cinco.

—Que nos hagan este favor y después nos deshacemos de ellos y ya esta.— Propone relajado.

Demian asiente con su vista achinada..—Algo grande se viene... Me doy cuenta cuándo la imbécil me habla...— Suspira haciendo a Adela estremecer... —Y no quiero que nos llevemos sorpresas.— Aprieta su mandíbula.

—Estare atento.— Theo remoja sus labios.

—Tenemos que ser los mejores, porque somos los mejores... No quiero fallas... De ningún estiló....— Mueve su cabeza a un costado.

—No las habrá.— Asegura su mejor amigo.

—Voy a ir con todo, ya no me importa nada...— Traga saliva.