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—Adela, que te esté presentando delante de mí cuándo ya todos se fueron sabes perfectamente lo que significa.— Murmura.

Ella asiente tragando saliva, supo lo que significaba cuando él cerró la puerta tras de ella...

Por lo qué no tiene miedo a lo qué tiene enfrente...

—Espero qué vos entiendas el grado de confianza que eso significa...— Relame sus labios y lo mira divertida...

Él sonríe negando con la cabeza y tomándola de la mano, para acompañarla a su habitación, por un sólo segundo Adela tuvo miedo de qué él la guiara hasta la puerta principal.

En el camino se encontraron a Elena junto a Theo dándose besos muy apasionados.

Ambos rieron avergonzados y para sorpresa de la castaña Demian, también, se rie...

Haciendo incluso una pequeña broma y alusión a los hechos...

—Feliz navidad, tortolitos...— Murmura Demian.

Ambos se miran y asienten...

—Feliz navidad, hermano.— Sonríe sincero Theo. 

Elena se esconde detrás de él avergonzada y divertida, a la vez, de qué los hubieran encontrado en aquella situación... —¡Feliz navidad, Demian! ¡Y felicidades, Adela!— Sonríe mordiendo su labio inferior.

Demian continua tirando de Adela, hasta qué la tiene para el sólo en su amplia y minimalista habitación...

La suelta unos minutos y cierra las cortinas con el comando a un lado de la puerta, a Adela se le vienen, inmediatamente, los recuerdos de cómo funcionaban las cosas en la isla...

Y se ríe para sí misma...

Él la toma de las mejillas y la besa, esta vez todo es delicado, apacionado pero despacio, de manera sutil, cómo sí quisiera qué esos minutos duren una eternidad. Adela comienza a desabotonar su camisa, tiene deseos de tocar su delicada piel, Demian le sonríe quitándole su cartera con forma de corazón para dejarla en su buró más cercano, mientras qué toma el borde de su falda para levantar su blusa y quitar la tela qué le esta incomodando por completo, sonríe cuándo ve su sostén rojo...

—Sabia qué ibas a ser mí regalo de navidad, mí regalo para toda la vida.— Admite, completamente desnudo de corazón...

Adela se sonroja ante tales palabras, mientras qué aún, intenta quitarle el último botón de la camisa... Recibe ayuda de las grandes manos de Demian para finalizar la tarea, mientras que siente cómo él, con una de sus manos quita rápidamente su brasier dejándolo en el suelo, toma con ambas manos su camisa para dejarla también en el camino y tomar con los pechos de la castaña.

Los mira cómo si se hubiera olvidado de ellos, y le sonríe mientras qué los aprieta cerrando los ojos, relame sus labios y se agacha para quedar de rodillas al suelo y a la altura del abdomen de Adela, comienza a hacer un pequeño recorrido de besos húmedos desdé debajo de su busto hasta dónde su falda tiro alto se lo permite.

Ella traga saliva al sentir las cálidas manos masajeando sus pezones con demasiada delicadeza, para lo qué esta acostumbrada del trato de Demian, se siente tan sensual, de sólo ver cómo él la toca tan delicadamente y despacio, ella esta completamente dispuesta a recibirlo en su interior inmediatamente...

Él baja sus manos apretando sus costillas y sus caderas, mientras que comienza a tironear de su falda hacía abajo, traga en seco cuándo ve qué la castaña lleva un portaligas en color rojo y una bombacha que a penas cubre su pelvis, incluso tiene un contorno de corazón en sus labios...

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora