Demian se dedica a concentrarse en su primer empresa durante el resto de la tarde, habiéndose quedado un poco mal por su amigo...
Y por más que había intentado hacerle compañía, había llegado un punto en el que sabía que él mismo necesitaba estar a solas, encontrándose tranquilo de que ya no estaba consumiendo ningún estupefaciente que pudiera llegar a alterar su organismo, más de lo que ya se había encontrado durante el resto del día, y en cuánto lo vio dirigirse hacia el gimnasio para comenzar con su entrenamiento de todos los días, se aseguró de que no hubiera nada que pudiera llegar a consumir que le hiciera daño.
Demian no era ningún hipócrita, y por más que tuviera algo de autoridad, sacando el hecho de que eran mejores amigos, y de que Theodore trabajaba para él cómo su jefe de seguridad, tenía que admitir que era algo normal entre ellos estar rodeados de aquellas sustancias.
Por lo cual, tampoco es que podía poner un gran ejemplo al respecto de cómo comportarse, no obstante, intentaba buscar los medios y las herramientas posibles para poder evitar el más mínimo desgaste mental que pudiera llegar a ocurrir.
—¿No vas a cenar?— Cuestiona Adela.
Ya cambiada y con el pelo húmedo por el baño, encontrándose con Demian y su ya fiel acompañante laptop en la sala de la planta baja.
Él no hace más que darle un vistazo de reojo, encontrándose levemente enfurecido para con ella, ya que si no estuviera teniendo esa actitud rebelde para con todos ellos, hubieran podido evitar el hecho de que Theo estuviera tan revuelto para con sus recuerdos.
Comenzaba a tener un tope de paciencia para con Adela, y para con cada una de las actitudes y respuestas que la castaña tenía ante cada cosa que sucedía frente a sus ojos, no pudiendo llegar a ser consciente de que de ahora más esa era la vida que le tocaba, y que si bien no había sido su culpa ni su elección, tampoco había sido la elección de Demian, y menos que menos, la culpa del mismo el hecho de que ella tuviera que estar a su lado por protección.
El ojigris niega con la cabeza. —No.— Responde sin mirarla. —Elegí lo que quieras comer, y hacételo o agarra algo de lo que Juana hizo, qué está en las heladeras de la derecha y sólo necesitan cocción básica...— Agrega...
Ella asiente... —Bien.— Parpadea y siendo verdaderamente extraño su comportamiento.
Al igual que el de Theo, que había desaparecido por todo el día
Demian vuelve su atención a la computadora y agradece verdaderamente que ella no esté cuestionando ni preguntando dónde es que se encuentran los demás, o por qué es que esta misma noche va a cenar sola. A esta altura del partido no cree tener la fuerza absoluta para mantenerse relajado y responder de buena manera ante cualquier tipo de reproche.
—¡Demian, tenés que ver esto!— Theo le tira un sobre color madera y lo señala...
Adela entre abre sus labios levemente al observarlo ingresar a la cocina.
Su amigo alza la vista, percatandose de que Theo parecía estar de peor aspecto que hace pocas horas, la cocaína había echo efecto en su cabeza. Y eso solo significaba que había vuelto a consumir sin que él se diera cuenta.
—Recién impresas. Ferragamo está furioso, estuviste muy bien...— Sonríe de costado. —Creo que fue una buena idea...— Levanta una ceja, sobando su nariz, para luego tocarla.
Demian comienza a ver las fotos, erán sacadas de las cámaras de seguridad de la calle, tomando las escenas en las que el susodicho se encontraba con sus pertenencias quemadas.
—¿Por qué estás trabajando?— Sisea. —Te dije que le diría a otra persona que se ocupe de esas mierdas.— Se queja.
Theo sube sus hombros. —Seth y Gio están contactando a tres compradores que quizás vierón algo que pueda ayudarnos.— Aprieta sus labios...
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EL PROTECTOR
RomanceAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ~>')~~~~>')~~~~>')~~~ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...