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—¿No te parece un poco precipitado?— Su amigo la mira mientras le unta una tostada en la oficina de la castaña.

Adela se gira rápidamente con su mano sobre su cadera y niega con la cabeza prestándole atención ahora sí a su amigo. —No.— Asegura.

—No lo se... Digo aún es algo reciente, cómo para tomar una decisión así...— Frunce sus labios poco convencido e intentando que su amiga cambié de opinión por el bien de todos.

—Los clientes son los mismos, muchos me van a seguir a dónde nos vayamos y otros no, eso lo entiendo obviamente, pero voy a poder ganar más a un futuro... Con paciencia se llega lejos, Kevin..— Sube sus hombros cómo si fuera algo rápido y fácil... 

Kevin pone su peor cara de asombro, ella sube sus hombros, una vez más, y come su tostada ignorando las muecas desesperadas que su amiga le hace...

—Esto, es una decisión realmente importante y algo que me parece que no tendrías que tomar tan a la ligera.— Agrega.

—No digo qué de un día al otro vamos a tener todo, pero podemos avanzar, yo puedo sostener por dos o tres años el sueldo de diez personas, y después espero poder recuperar ese capital cuando las ganancias comiencen a aparecer.— Alza sus cejas subiendo sus hombros...

—¿¡Estás entendiendo que vas a dejarle toda la compañía él!? ¿O se te llego a pasar por la cabeza cómo se va a poner?— Rueda los ojos.

Sube sus manos, ya casi, algo desesperado, no pudiendo bajar el tono de voz ni la expresión de desacuerdo en su rostro.

Adela arquea sus cejas. —Para ser completamente sincera me da igual lo que pueda llegar a pensar cualquier persona, y eso lo incluye a él.— Murmura.

—Te estoy hablando cómo amigo, no cómo empleado.— Suspira algo nervioso. Mientras bebe de su cafe.

La castaña por quinta vez, en lo que va de la mañana asiente con la cabeza, toma asiento en su cómodo sillón de su despacho. —Lo sé.— Se burla.

—¡O sea por si no estás comprendiendo todos los clientes se van a quedar con él, los proyectos que están a medio hacer van a hacer todas las ganancias para él, porqué sería total abandono, los empleados, el salón en sí, el físico de está oficina, tiene los mejores abogados del puto mundo, no quiero que te deje en la calle!— Sube sus hombros sin creer la locura que su amiga le acaba de proponer...

—Me da igual su poder.— Bufa.

—No puedo entender cómo una cosa así pasa por tu cabeza, el tipo es de temer, y te lo dejo muy en claro en muchas oportunidades, e incluso estimo que muchas más veces de lo que vos me abras contado...— Sisea.

Adela bufa y bebe un sorbo de su café...

Él Aprieta sus labios y suspira para poder relajarse....—Entiendo que estés aún con las revoluciones algo movidas, pero me parece que tenes que tomarte un poco de tiempo para pensar el tomar una decisión así, las cosas precipitadas no suelen salir bien...— La mira con ternura.

—Siendo sinceros ya casi que no tengo mucho de esta oficina, no te olvides que mi hermano se la cedió prácticamente en bandeja de plata a él... Así que mucho no tengo tampoco aca, soy más una invitada que la dueña...— Rueda los ojos y acomoda su cabello hacia atrás.

Recordando el momento en el cual se enteró de aquello, como quería extrangular a su hermano con sus propias manos pequeñas, una pequeña mueca de una sonrisa se pliegan su rostro al recordar los ojos de Derek, Kevin sonríe con ternura por la misma razón...

—Pero, justamente creo que por eso mismo es que tenés que quedarte.— Brama.

—Podemos empezar con algo pequeño, no necesitamos un gran edificio para hacer una gran empresa, algo de cinco pisos, ponemos dos departamentos por piso y nos organizamos así...— Esta segura de sus palabras.

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora