EL PROTECTOR

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—Ella está bien, voy a quedarme acá.— Responde con bronca elevando sus brazos y dándole un arma de más que sacó de unas de las puertas falsas qué tiene la cocina.

—No pidas mas.— Alza su ceja amenazante.

Theo asíente con la cabeza y lo señala con el dedo mirando fijamente, él le hace una mueca de burla mientras que se aleja. —¡¡No compliques las cosas!!— Se aleja, aún, señalándolo con su dedo.

Poniéndose en marcha para volver a ocupar su lugar.

Demian rueda los ojos y se apoya en la mesada. —Como si vos podes darme ordenes a mi.— Bufa tomando su pelo con ambas manos.

Una sola arma reposa en su mano derecha, mientras que la otra reposa en su pantalón.

Su cabeza va de Adela a Ferragamo que espera en absoluto que estuviera allí, pero la llamada en su móvil lo saca de sus pensamientos. 

—¿Que mierda queres?— Sisea.

La risa asquerosa de Érick lo hace rodear los ojos... —Veo que todavía no cumplieron el primer objetivo que era eliminarte, eso es bastante perturbador, espero que no los hayas matados a todos ya... — Bromea, lo cuál a Demian lo pone, aún, más molesto.

—Estoy a dos minutos de mandarte la cabeza de Ferragamo por correo.— Sus fosas nasales estan dilatadas... 

—No tengo dudas de eso, el trato era entregártelo, lamento que no haya sido de la forma en la que pensabas que lo ibas a tener.— Bromea con asco...

Demian aprieta su mandíbula. —¡Sos un Imbécil, Erick!— Demanda.

—Pero algo es algo, negocios son negocios...— Puntualiza.

El ojigris chasquea su lengua pasando su mano, de nuevo, por su revoltosa cabellera. —Esta es tu manera de cobrarme el favor.— Rie con bronca. —No esperaba menos de vos, pero sos muy poco creativo.— Niega con la cabeza, haciendo una mueca con su boca de costado.

Theo ingresa a la sala con dos guardias heridos, quienes se recuestan en el sillón. —¿¡Estás al teléfono?!— Sisea descolocado.

Seth tiene a Ferragamo, al cuál lo tira al suelo.

Demian mueve su cabeza de costado, sacando su lengua fuera de su boca, relamiendo sus labios. —Estoy viendo al imbécil de tu socio a medio morir en mi piso, lamento que no sean buenas noticias para vos.— Escupe cínico.

—Voy a ir por lo que más queres, ese va a ser el favor que me debes....— Sisea.

Demian se ríe, negando con la cabeza, tocando con su arma el puente de su nariz...

Seth ayuda a los demás, Percy, Francisco y Sebastían corroboran que no hubiera nadie en la zona, mientras que los demás guardias desarman al resto.

Ferragamo simplemente sigue revolcándose en el suelo, con una hemorragia en su pierna que le impede levantarse por más esfuerzo que le pusiera. 

—No tengo nada de eso.— Sube sus hombros sonriendo...

La carcajada de Erick es tan asquerosa que tiene que alejar el iphone de su oído y poner una mueca de asco en su rostro. —Siempre hay algo, mi querido, y lo curioso.— Se ríe por usar una de las frases que su padrino Albert solía mencionar. —Es que vos no sabes que es, pero yo lo tengo muy claro.— La risa de nuevo presente. 

Demian se cansa de su juego...

Pero cae en la cuenta de lo que él mencionaba. 

Su rostro se torna serio... —¡Te repito qué no hay nada!— Dictamina.