—¿Estás bien?— Su voz ronca en su nuca la hace estremecer hasta su ultimo musculo, asiente suavemente.
Demian sonríe tragando saliva...
—¿Vos?— Pregunta.
Él besa su cuello, y se sorprende de la pregunta. —Estoy bien, aturdido...— Suspira sincero.
—¿Aturdido?— Parpadea.
—A veces me pasa, la gente colapsa, no soy eterno.— Admite.
Se burla de él con una tierna carcajada, había tomado en sus grandes manos una esponja y el gel de baño con olor a menta y canela para comenzar a frotarlo por todo el cuerpo de la castaña, la cual sigue sobre él... —¿Aturdido por que?— Insiste.
Demian tensa su mandíbula. —No llevo una vida fácil...— Suspira con fuerza haciendo que le cuerpo de Adela se mueva, toma un poco más de gel esparciéndolo por sus brazos...
—De eso me puedo dar cuenta...— Murmura... —Puede que lo hayas elegido o no, pero si es lo que en la actualidad elegís no tiene porque hacerte abrumar.— Suelta.
Él asiente pensativo. —No hay dudas de que esto es para mi, soy el mejor en lo que hago, y si no lo soy, lucho y aprendo para convertirme en el mejor.— Habla firme.
Adela se asombra de esas palabras... —Increible.— Murmura.
—Pero a veces la presión, las idas y venidas, tener que pedir favores.— Se moja sus labios dejando un fino beso en la cabeza de Adela. —Eso me complica las cosas.— Puntualiza.
Adela murmura un "—ajam...—".
—¿Tomas café descafeinado porque tenes problemas del corazón?— Achina sus ojos.
Demian deja la esponja para acariciarla con la yema de sus dedos... Adela cierra, nuevamente, sus ojos ante el dulce tacto. —No.— Murmura seguro.
Le quita un mechón de cabello que había ido a parar a su cara, y le besa la cien...
—¿Entonces?— Arquea sus cejas.
Él sonríe. —Tengo problemas de presión...— Sube sus hombros acariciando los brazos, espalda y senos de la castaña... —Pero no es cotidiano, es cuándo las cosas se me van de las manos...— Aclara.
Adela parpadea preocupada. —No te cuidas.— Murmura aterrada...
—Tenía que priorizar otras cosas.—Demanda.
Adela, se gira, mirándolo... No lo piensa mucho y se lanza a su boca.
Demian acomoda sus piernas a su alrededor para tomarla de sus caderas y poder a traerla más a él, entremezclando sus lenguas, mordiendo sus labios hinchados y rojos...
El agua comienza a enfriarse y ellos ahí siguen, besándose cómo si fuera lo ultimo que haría...
Él hace que Adela se ponga de pie para luego sacarla de la bañara envolviéndola con su propia bata y poniéndose una toalla en su cintura, la guía, de nuevo, a su cama, donde la acostó en el medio de ella... Comenzando a besarla por dónde lo habían dejado segundos atrás...
Demian se deshace de la toalla que le molesta en su cadera, abriéndole la bata a Adela, colocándose sobre ella con una media sonrisa en su rostro y sus ojos casi negros penetrándolo los whisky de su compañera.
—Demian.— Gime con su cabeza inclinada.
Él comienza a dar besos por toda su cara, en los pómulos, los párpados, las orejas, la nariz, la barbilla... Mientras, sus manos comienzan a avanzar por su delgada cintura subiendo hacia arriba y acariciándola, sin saltar una sola parte a su paso. Demian vuelve a atacar su cuello mordiéndolo en algunas partes.
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EL PROTECTOR
RomanceAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ~>')~~~~>')~~~~>')~~~ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...