73.-Todo estará bien

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En la mañana siguiente Aynoa despertó de un saltó, se había quedado dormida arriba de la cama, pero no esperaba que su criada entrara de un momento a otro haciendo ruido.

Por solo pocos segundos su piel se había quedado helada con tal miedo que la mujer le causó.

—¡Mierda Milla! ¿Cómo puedes entrar de esa forma? —dijo sentándose y mirándola con el ceño fruncido.

—Oh duquesa Aynoa, ¿Qué acaso el diablo tomó su lengua mientras dormía? Que Dios no la escuché hablar de esa forma.

—No vengas con sermones tan temprano, demonios —agregó volviendo a acostarse con los brazos bien abiertos en la cama.

La noche anterior parecía que había sido pisada por un gigante, su cuerpo estaba un poco adolorido por haber estado tanto tiempo detrás de esa puerta, pero al menos sabía que cada segundo de eso había valido la pena.

—¿Por qué tanto alboroto?

—Señora en hora buena, no sabe la gran noticia que le tengo que dar —dijo la mujer yendo rápidamente hacia la ventana y abrió las cortinas con fuerza. Estás se abatieron hacia cada costado dejando entrar un sol hermoso y un día completamente despejado. Aynoa rápidamente se cubrió los ojos.

—¿De que hablas?

—Traerán el agua en unos segundos, vístase con lo más hermoso que tenga, hoy todo el reino estará de fiesta.

—¿A muerto alguien?

—No mi bella dama, la reina... La reina por fin está embarazada.

—¿Está...está embarazada?

—Grandísimo y alabando sea Dios, y su bendición para todos nosotros.

Milla no contuvo su emoción, moviéndose de un lado a otro con una sonrisa enorme preparó con gran entusiasmo todo para que su señora se arreglará lo más rápido posible. Las campanas de la iglesia que quedaba cerca del castillo, comenzaron a sonar avisando las buenas nuevas.

—La ciudad estará de fiesta, todos festejarán una semana completa por esta gran bendición —dijo Milla abriendo la puerta y las criadas entraron con la tina de madera y el agua caliente.

—Nunca pensé que esto ocurriría, ¿No es algo vieja para procrear?

—Aynoa no seas pesimista, sea o no sea vieja, si Dios por fin le ha dado un hijo, es para agradecer. El rey lo ha anunciado está mañana, la noticia se ha estado comentando en cada rincón, así que no se extrañe que todo se vuelva celebración.

—Eso atrasará más nuestro viaje de vuelta.

—¿Viaje de vuelta? Creí que estaba cómoda aquí en la capital.

Aynoa lentamente se puso de pie y se sacó las prendas para meterse al agua, hasta el momento no se había imaginado a la reina siendo madre. Aquello rápidamente le causo una sensación nauseabunda.

¿Cómo una mujer que le gusta la sangre en la intimidad con niños, puede traer niños a la vida? Muchas de sus víctimas fallecieron bajo sus cruel sadismo según el libro que había leído. A causa de eso, la cantidad de niños que entraban a ser niños de la corona, no contrarrestaban la cantidad de números de adultos que salían.

—Esta muy tensa hoy, duquesa —dijo Milla pasando la esponja por su brazo derecho.

¿Acaso esto era lo que él duque le quería decir el día de ayer?

—Esta muy callada, ¿le preocupa que ahora su posición no sea tan importante?

—¿Importante? Yo nunca he sido importante para la corona.

Tarikan - Las cadenas de la CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora