CAPÍTULO 8

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Capítulo 8

- ¿A dónde vamos? – le pregunto a Josh.

- Confía en mí, te llevare a casa sana y salva.

Josh condujo hacia  las afueras de la ciudad. El cielo era naranja y ya estaba oscureciendo.

- Por favor, dime a dónde vamos.

- Te lo diré cuando estemos allí.

Paramos junto a un local de comida para llevar - iremos a comprar unas cosas que necesito y después iremos al lugar que deseo conozcas- al momento en que vio como mis labios se abrían para realizar la pregunta que ya suponía rápidamente me interrumpió - cuando estemos allí lo sabrás, antes no.

- Si querías venir a cenar bien podrías habérmelo dicho. No entiendo cuál era el misterio – es verdad, ya hemos salido a cenar otras veces.

- Ya lo veras, te gustará ¿confías en mí?

- Tú sabes que sí.

Sonrió - Entonces espérame aquí.

Diez minutos después regresó con una bolsa donde supongo trae la comida, me ayuda subir a la moto nuevamente y me da la bolsa para que la lleve. Nos dirigimos nuevamente hacia la carretera a toda velocidad.

Luego de un momento llegamos a un lugar desconocido, estaba oscuro. El estacionó la moto detrás de unos árboles de modo que los carros que pasaban por la carretera no la vieran.

- Estamos listos.  Señorita, por favor lleve esto - ordenó tendiéndome una caja de color rosa, que llevaba nuestra comida - ahora por favor súbase a mi espalda si es tan amable.

- ¿Tu espalda?

- Si por favor, confía en mí - sin hacerme de rogar más lo rodeé con mis piernas para después enganchar mi mano izquierda a su hombro. Un agudo grito abandonó mis labios cuando Josh me ajustó a su espalda dando una especie de brinco que ocasionó que se riera bastante rato de mí – ¡Miedosa! cierra los ojos por favor.

Caminó por unos 10 minutos llevándome en su espalda, en verdad debe tener fuerzas para poder cargarme de esta manera.

- ¡Llegamos!

- ¿Puedo abrir los ojos?

- Espera un momento – él me bajó con cuidado, me hizo avanzar unos pasos hasta que llegamos a una especie de barandilla.

- Ahora sí, puedes abrirlos.

El sitio que había elegido para nosotros esta noche era el famoso mirador de Denver, se le decía así porque era inexplicable como llegas a un sitio tan alto sin siquiera subir algún tipo de montaña es un lugar tan agradable y bello, constaba de un camino de piedras que te guiaba alrededor de todo el mirador, claro que lo que más atraía la atención era la manera en que se unían el cielo y con las luces de la ciudad logrando un espectáculo único e inigualable. Estar allí con Josh lo hacía perfecto.

- ¿Por qué elegiste este lugar hoy?

- Por qué sigo buscando la manera de impresionarte, y ya no tengo mucho tiempo para hacerlo - Me congelé por un momento. ¿Sabe que 3 semanas regresaré a mi país? – espero que aunque no trabajemos, sigas aceptando mis invitaciones, no quiero perderte Alex.

- No lo harás. Siempre seré tu amiga – su rosto ensombreció.

- No quiero hablar de cosas tristes, quiero disfrutar de la belleza de este lugar y de tu belleza ¿Qué te parece si comemos antes de que se enfríe la comida? – asentí y el empezó a sacar nuestros aperitivos.

Un Enredado Amor  (Josh Hutcherson) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora