Un Enredado Amor (Josh Hutcherson) Editando

CAPÍTULO 64

Capítulo 64

Josh. Él había llamado y Darío había contestado.

No sabía que pensar, no podía volver a dormir.

Darío había caído casi enseguida en un sueño profundo. No le dio importancia a una llamada errónea. Eso le dije.

Salí de su cama y de su casa sin ser detectada. Llegué a mi solitaria casa. Estaba ya acostumbrada a estar sola los fines de semana. Eso me servía para pensar.

Abrí el mensaje que me había enviado y abrí el link. Como otras veces había logrado romperme el alma con otra canción.

Pero ya había tomado mi decisión y no me iba a echar para atrás.

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- No puedo creer que me hagas esto, Josh – entendía perfectamente el disgusto de Claudia. La hice el centro de los chismes de farándula cuando publiqué esa bendita canción. Todos supieron que era para Alex.

- Lo siento, Clau. Sé que no es excusa pero estaba borracho.

- Eso no te da motivos para humillarme – si las miradas mataran… - sabía que la querías, pero pensé que querías olvidarla. Me prometiste intentarlo, Josh. Estoy harta de que me uses, sé que yo te lo permití pero porque pensaba que querías avanzar y luego pensé que me querías, pero no… prefieres seguir hundiéndote en tu miseria por esa… por esa zorra estúpida que se revuelca con otro.

- Basta – le grité – No te atrevas a hablar mal de ella.

- Es la maldita verdad, Josh.

- Si tanto te molesta… puedes irte – lo dije con mi voz calmada – no necesitas que te siga usando y haciéndote pasar un mal rato.

- ¿Es eso lo que quieres, Josh? ¿Quieres que me vaya?

Asentí. Estaba haciendo daño a una persona inocente. Decidí dejar de ser egoísta.

Claudia tomó sus cosas y se fue. Solo escuché el portazo que anunció su partida.

Era lo mejor.

Y ahora haría lo mejor para ella.

Le diría “Adios”.

Busqué una hoja de papel y empecé a escribir. Escuchaba la música de mi computador que había obtenido de ella. Había canciones de todo tipo, en todo género e idioma. Mientras escribía escuche una y decidí enviarla.

Era antigua en cierto modo. Recordé escucharla una vez en su casa en la radio de su mamá. Pero sería un aviso.

“Espero que seas feliz… siempre estaré para ti (Un buen perdedor – Franco de Vita: https://www.youtube.com/watch?v=sbwVfGzsfnk)”

Espera su respuesta. Pude ver la vece que en la aplicación apreció “escribiendo” pero nunca me llego nada. Quizá ya no tenía nada que decir. O quizás sí…

- Alex – susurré cuando contesté su llamada.

- Hola Josh – también susurró. Un silencio largo se extendió. - ¿Es ese tu adiós?

- No – sonreí – no es mi adiós… aún.

- ¿Aún? Así que… decidiste dejarlo.

- No es algo que tenga que elegir. Pero tengo que hacerlo. – era un estúpido, estaba haciéndole sentir culpable y eso era exactamente lo que no quería – Lo siento. No quiero que te sientas mal por mí. Solo… solo quiero que seas feliz y si quieres que avance, que olvide todo lo que vivimos y que te diga “Adiós” pue así será. Solo si me prometes que estoy haciendo lo correcto y que con eso serás feliz. Verdaderamente feliz. Más de lo que yo pude hacerte sentir.