CAPÍTULO 32

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Con Josh hemos pasado prácticamente todos los días juntos. Gracias al cielo las vacaciones de esta temporada eran largas, así podría aprovechar a mi chico al máximo. Estas dos semanas solo han servido para reafirmar mis sentimientos por él.

Cada día hemos aprendido cosas nuevas del otro, cada día somos más unidos, cada día estamos más enamorados. Bueno por lo menos de mí parte.

Esta es la última semana que Josh estará conmigo, pronto el volverá a su trabajo y yo regresaré a clases… estoy lista para un nuevo año, cada vez más cerca de mi meta de ser médico. Estoy poniéndome perfume cuando mi celular suena, corro a contestar.

-Hola cariño – saludo a mi novio.

-Hola Pequeña, ya estoy en la entrada de tu casa, apresúrate o no llegaremos a tiempo para la película.

-Dame 5 minutos, tengo que termina de arreglarme.

-Tienes 2 minutos.

-Josh…

-Uno cincuenta y ocho, uno y cincuenta y siete…

-Vale, ahora bajo – corto la llamada aun riendo por sus ocurrencias.

Cuando abro la puerta del auto mi aliento se escapa por la imagen. Mi sexy novio usa una camisa gris pegada a su cuerpo resaltando sus músculos, su espalda ancha y sus sexys brazos. Mi boca se seca al imaginar pasando mis dedos por debajo de su camisa, recorrer con mis labios esa suave piel bronceada. Dirijo mi mirada a su cuello y cuando llego a su rostro me encuentro con su sonrisa de satisfacción por atraparme inspeccionándolo.

-¿Te gusta lo que ves? – me pregunta con tono de picardía, mientras yo me acomodo en el asiento del copiloto cerrando la puerta.

-Ni te imaginas – le respondo guiñándole el ojo.

-Pues todo esto es tuyo, solo tienes que tomarlo.

-Paso, tengo la suficiente mercancía como para adquirir más – su sonrisa cayó al entender mi chiste de mal gusto. Y no pude evitar echarme a reír.

-Eso no fue gracioso Alex – me miro seriamente – No deberías de hablar de otra “mercancía” refiriéndote a tus exnovios.

No puedo contener la risa por más tiempo y suelto carcajadas más fuertes y el me mira con enojo – Dios Josh.. perdón…. Es que… eres tan gracioso cuando estas celoso – trato de calmarme – solo lo dije por molestarte no deberías celarme por tonterías como esa.

-Y tú no deberías provocarme – me toma de los hombros – eres mía, recuérdalo.

-Un momentito..- la ira empezó a inundarme, no quiero tener otra vez esta pelea pero él tiene que entender – deja de tratarme como si fuera un objeto de tu propiedad, sabes que no lo soporto.

-Y tu deja de darme motivos para tener que demostrar que estás conmigo – arrancó el auto sin darme tiempo a salir de este. Es la misma pelea siempre, sus celos e inseguridades, no le he dado motivos para que desconfíe. Además odio que me trate como un objeto, diablos, soy una persona, no pertenezco a nadie. El camino al cine es en silencio. La tensión entre nosotros es tan evidente que podría cortarse con cuchillo.

Entramos en el estacionamiento subterráneo, apenas Josh para el auto yo me bajo de él y empiezo a caminar hacia la salida. Escucho su grito llamarme, su voz tiene un tono de rabia y frustración. Hasta que me alcanza 5 autos más allá sosteniéndome del brazo.

-Mierda Alex, ¿Por qué siempre tienes que actuar como una niña cuando discutimos? – se a lo que se refiere, cada vez que me enojo prefiero hacer el voto de silencio porque si algo he aprendido en esta vida es a no hablar cuando estoy enfadada, cuando lo he hecho digo cosas de las que luego me arrepiento.

Un Enredado Amor  (Josh Hutcherson) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora