Un Enredado Amor (Josh Hutcherson) Editando

CAPÍTULO 59

- ¿Te vas? – me preguntó sentándose a mi lado.

- Eso parece – le respondí nerviosa. Mi corazón se encogía – Es mejor empezar a reconstruir mi vida lo más pronto posible.

- ¿Y qué pasará con nosotros? ¿Qué pasará conmigo? ¿En dónde quedo yo, Alex?

- Esa es tu decisión, Josh. Yo ya tomé la mía y te la dije.

- No es así, Alex – su voz sonaba llena de ira – Tú estás tomando la decisión por mí. Lo que yo quiero de mi vida es pasarla a tu lado, pero tú simplemente me apartas, decides que ya no me quieres en tu vida.

- ¿Y qué quieres que haga, Josh? ¿Qué olvide tu engaño? Pues no puedo, no puedo perdonarte. No permitiré que me hagas más daño del que me has hecho. Ya no hay un nosotros  – inevitablemente las lágrimas rodaban por mis mejillas – No puedo olvidar, no quiero tener que recordar el dolor que siento cada vez que te vea.

- Pero yo te amo. Necesito que me ames lo suficiente y confíes en mí cuando te digo que yo también fui una víctima. No eres la única que sufre con esto. Siento que mi vida se cae a pedazos, quiero despertar de esta pesadilla, quiero regresar el tiempo y evitar el daño.

- No puedes…

- ¿Por qué no confías en mí? – me preguntó en un susurro.

- ¿cómo puedo hacerlo? Te di todo lo que soy Josh, pero me mentiste. Me usaste como un barandal solo para escalar en tu popularidad y pretendes que te crea que no me engañaste, que solo fuiste otra víctima ¿cómo quieres que confíe en ti?

Su expresión fue como si le hubiera dado un puñetazo. Me miró lleno de dolor – Tienes razón, no puedo pedirte eso… solo puedo pedir una nueva oportunidad.

Nos quedamos en silencio. Mi corazón anhelaba el poder darle esa oportunidad, poder creerlo, pero había algo que no me lo permitía – Te Amo. No quiero perderte…no puedo perderte. Soy egoísta por quererte para mí, siempre supe que no te merecía pero no puedo renunciar a ti.

Su cercanía me abrumaba como sus palabras. No sabía cómo podía decir esas palabras tan fácilmente. El amor no mentía. Josh no sabía lo que era amar.

- ¿No me amas? ¿Dejaste de amarme? – fue un susurro, uno que llego a estremecer mi alma, despertando la necesidad de perderme en sus brazos.

Nada cambiaría mi decisión ahora. Solo tenía que encontrar la manera de finalizar este capítulo y dar la vuelta a la página. Mi vida últimamente estaba llena de pérdida, pero esta vez quería mi adiós.

Si pudiera dejar de amarlo tan rápidamente como había aprendido a hacerlo esto fuera diferente. Sabría qué pasaría, que lo olvidaría… mucho me temo no conseguirlo.

Ataqué sus labios. Lo sorprendí pero se dejó llevar. Ese sería mi adiós, mi punto final.

Agarré el dobladillo de su playera y tiré de ella hacia arriba. Lo empujé contra el sofá y me senté a horcajadas sobre él besándolo con furia.

- Alex… - sofoqué sus interrogantes con mi boca. No quería que piense en lo que estábamos haciendo. Quería que solo se concentrara en mi cuerpo, en mi piel, en nuestra conexión. Me restregué contra él tratando de que pierda la cabeza. Lo logré.

Quitó mi camisa y mi pantalón, dejándome solo con mi ropa interior. Se puso de pie sosteniéndome y yo enredé mis piernas en su cadera ganándome un gemido de su parte. De alguna manera me sentí poderosa. Podía hacer lo que quisiera con él.

Me llevó a su habitación y me dejó en su cama cerniéndose sobre mí. Desabroché sus pantalones y él se los quito junto con sus boxers. Noté la gran excitación que tenía mientras seguía besándolo.