CAPÍTULO 48

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Recosté mi cabeza sobre su pecho mientras nuestras respiraciones se normalizaban. Podía sentir el golpeteo de su corazón bajo mis dedos, sus golpeteos eran cada vez era más lentos al igual que mi pulso.

Su mano acariciaba mi brazo y el silencio que nos envolvía era cómodo. La canción aun sonaba en el estero y a lo lejos el choque de las olas en la orilla eral lo único que acompañaba al sonido de nuestras respiraciones.

-¿Estas bien? – Josh besó mi coronilla.

-Mmmm muy bien – ronronee, mientras enlazaba mis piernas con las suyas – fue algo…. Espectacular, mejor de lo que me había imaginado.

-¿Así que te lo has imaginado? Eso es muy sucio de tu parte – su ceja de levantaba y la picardía de su mirada me hizo sonreír a un más.

-Bueno, pues tú eres el gran culpable de que mi mente inocente ahora divague sobre tú sobre mí, desnudo, gimiendo, besándome…

-Ok, si sigues hablando me vas a tener gimiendo y haciéndote gemir de nuevo…. – luego de un par de besos dulces, acuno mi rostro con sus manos, sus pulgares acariciaban mi mandíbula – Te amo… siento que la palabra se queda corta pero no encuentro una mejor. Eres todo lo que necesito, lo que siempre he querido. Gracias por esta noche, gracias por hacerme feliz…

-Tú también me haces feliz, Josh. Nunca pensé que esto se pueda sentir por una persona. Creí haber amado antes pero no se compara, no fue así de grande. Solo puedo pensar en lo feliz que me siento, en lo completa que es mi vida cuando estas a mi lado… - nos quedamos en silencio por otro momento. Recordé lo que Josh me pregunto ayer. Creo que es el momento de que le cuente mi secreto.

- Sabes… tengo miedo a darme por vencida – él me mira incrédulo – tengo miedo de cansarme y dejar de luchar... tengo miedo de morir… porque no peleé lo suficiente.

-Creo que todos tenemos miedo a morir…

-No, no entiendes, Josh – su semblante se tornó triste, por lo que continúe – cuando tenía 6 años me diagnosticaron leucemia. Estuve muchas veces al borde de morir, por la misma enfermedad, por infecciones oportunistas, porque la quimioterapia deñaba mi riñón. Cualquier cosa me quería matar. Estuve por 3 años en tratamiento hasta que por fin estuve sana. Cada día despertaba con miedo de que sea el último.

Esperaba que me reclame por no haberle dicho antes, pero el solo me apretó más contra él. Lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, per sus labios estaban ahí para secarlas – Una niña de 6 años tiene su vida planeada. Quiere ser la princesa de su historia. Crecer, encontrar a su príncipe, tener bebés…. Tener su “felices para siempre”. Yo solo sabía que no iba a tener eso.

Mis lágrimas caían mojando su pecho. Josh no dijo nada, solo me abrazaba. Es todo lo que podía hacer, las palabras no hacían falta en estos momentos. Todo lo que necesitaba era a él, su amor, su apoyo, su comprensión.

- Es por eso que se me hace difícil planear un futuro. Sé que las cosas nunca son seguras.

-Es por ello que te sentiste tan mal cuando aquel pequeño falleció. Te sentiste identificada y sufriste y yo no te supe entender - Nos quedamos otro largo momento en silencio - Permíteme que te de tu final feliz. Permíteme darte todo lo que deseas y mereces. Quiero ser el príncipe y darte tu historia feliz. Eres la persona más fuerte que he conocido, sé que nunca dejaras de luchar, no puedes, no serías tú si te dieras por vencida. Te amo y solo para que lo sepas, mi mayor temor es perderte.

-Te amo tanto Josh, nunca… nunca me dejes – y entre besos las lágrimas se fueron y volvimos a hacer el amor. En total fueron cuatro veces más en las que terminamos dejándonos llevar por la pasión, hasta que nos dormidos en los brazos del otro.

Un Enredado Amor  (Josh Hutcherson) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora