CAPÍTULO 11

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Capítulo 11

 Me despierto pensando en ella, como todos los días. Ella está en mis sueños, en mis pensamientos, en mis suspiros. Dos meses han pasado desde que no sé dónde está. Ella nunca me dijo de donde era y por más que he buscado no encuentro su paradero.

La encontré en twitter pero no puedo ver su información, ella no acepta mi solicitud de seguido quizás porque no lo abre, o quizás porque no quiere saber de mí. Algo a lo que mi corazón no se resigna.

Me levanto para ir al baño, cambiarme. Tengo que ir al aeropuerto, y a casa de mis padres en Kentucky. La otra semana viajaremos a la casa de mis abuelos en Latinoamérica. Ellos viven allí desde hace 2 años. En una pequeña ciudad, en comparación a las de acá, averigüe sobre ella y es el destino de preferencia para norteamericanos y europeos retirados. Una ciudad tranquila y muy hermosa. Voy a conocerla, iré por un par de meses, como quien descanso de mi trabajo. Solo viajaré con Connor.

- ¿Te vas tan rápido, amor? – Shannon se remueve entre las sábanas de mi cama, es mi exnovia, aunque ya no tenemos una relación, ella aun me busca, y terminamos en esta situación; después de todo soy hombre y tengo traspiés, suspiro, soy un hombre, un maldito hombre que por no contener sus instintos perdió una gran mujer.

- Ya te he dicho que no me llames amor, y es mejor que te vistas, en un rato me voy para el aeropuerto.

- Josh, no me trates así, sabes que me quieres, anoche fue... uffff… la pasamos delicioso, si tu quisieras, esto fuera así siempre.

- Shannon… lo de anoche fue un error, un tras pie, estábamos tomados – suspiro – no volverá a pasar.

- De eso no estoy tan segura mi amor, tú me deseas tanto como yo – entro en el baño antes de que deje de ser un caballero y la saque a rastras de mi cama.

Esta es mi vida ahora. Rodeado de mujeres, ninguna que me haga sentir lo suficiente. Todos los días, soñando y buscando los besos que nunca nos dimos en otras.

Salimos de mi apartamento y vamos a desayunar juntos. Luego la dejo en el suyo y me dirijo al aeropuerto. Horas después estoy en la puerta de mis padres timbrando.

- Josh, al fin llegaste – dice mi madre.

- Hola, mamá – la beso en la mejilla.

- Dios, hijo, que es esa cara, no me digas que sigues mal por esa chica.

- Mamá, preferiría no hablar de eso, en verdad, suficiente tengo con mi cerebro recordándola todo el tiempo.

- Mi pequeño, no creí que el amor te diera tan duro, pero tienes que avanzar, ella ya no está, y quizás nunca la vuelvas a ver – me abraza – yo sé que algún día encontraras a chica que te ofrezca todo lo que mereces y necesitas.

- Mamá la necesito a ella – le digo frustrado, no sé cómo, no porque pero me di cuenta tarde que me había enamorado, había conocido el verdadero amor para luego perderlo – no sé dónde buscarla, ella nunca me lo dijo; incluso en las entrevistas le envío mensajes, para que sepa que la quiero, aún tengo la esperanza que ella me vuelva a mí, o por lo menos me diga dónde puedo encontrarla.

- Josh, no quiero decírtelo de esta manera, pero si no lo hago no reaccionarás – me toma de los hombros – Déjala ir. Ya no puedes hacer nada, si la vida no quiere que estés con ella pues así será, fue tu culpa, y no puedes hacer nada para remediarlo, lo único que puedes hacer es seguir

Las palabras de mi madre retumbaron en mi cabeza, es verdad, fue mi culpa, pero no me doy por vencido, la vida no puede quitarme la esperanza de remediar las cosas, eso espero.

Ya tenía todo listo para el viaje, hoy di una entrevista y como en todas últimamente, dejé un mensaje para ella. Espero que la vea, espero que se dé cuenta de cuanto la extraño y de cuanto necesito verla.

Partimos hacia un nuevo rumbo, quizás este viaje me ayude a sentirme mejor, no quiero olvidarla, pero si quiero dejar de atormentarme.

Luego de 6 horas de viaje llegamos a la capital de este país y luego de 5 horas en auto llegamos a la ciudad donde viven mis abuelos. En verdad es muy hermosa. Y la casa de mis abuelos es fantástica, no es una mansión pero es muy bella y amplia. Llegamos nos instalamos, en verdad es muy bueno tener a mis abuelos cerca.

Ellos nos prometieron que conoceríamos la ciudad y otros lugares antes de regresar. Quieren contratarnos un guía debido a que por su trabajo andan atareados. Sin embargo nos mostraron los alrededores. Me sorprendió ver los paisajes de la ciudad, se situaba en un bello valle, atravesada por ríos.

A las orillas de los ríos estaban cubiertos de flores y un camino por donde en las mañanas la gente camina, corre o hace otro tipo de ejercicio.

Todos los ríos se unen en un sector llamado “El Paraíso”, es un hermoso parque donde hay un lago, jardines, canchas de futbol, básquet y otros implementos para hacer ejercicio. En verdad muy hermoso. Junto a este parque estaba el campus de la facultad de medicina de una de las universidades de aquí, lo que inmediatamente me recordó a ella. Junto al campus está un hospital, y un poco más arriba un centro comercial. Es una ciudad muy linda, realmente creo que disfrutaré la visita.

Con Connor hacemos nuestro itinerario para salir a conocer la ciudad y tratar de no perdernos hasta conseguir un guía. Todas las mañanas corremos por el “Parque Lineal”, así les llaman aquí a la travesía a las orillas de los ríos; cada vez avanzamos más como quién conocemos la ciudad sin el riesgo de perdernos. Volvemos a casa siempre para el almuerzo o antes de la cena, así podemos pasar tiempo con nuestros abuelos.

He tratado de no pensar en ella, pero me resulta imposible, la veo en todos lados. En verdad me estoy volviendo loco. Ayer mientras caminábamos cerca del hospital junto al parque juró que la vi. Ella estaba con otra chica, me acerqué corriendo, pero ella ingresó al hospital y no pude seguirla.

Esto estaba mal, no sé si es el amor o la culpa que me hace verla donde no está. - Dios hermano, en serio esa niña te dejo mal, no puedo creer que la hayas confundido con otra chica, debiste ver la velocidad que corriste tras ella.

- Ni me lo digas de por si me siento cada día más loco, fuera algo tan increíble que ella viva aquí, y que me la encuentre, pero te juro que esa chica era idéntica.

- Tranquilo, no tienes que justificarte conmigo, ¿Qué tal si echamos una carrera hasta el hospital?

 - Vale – corrimos a toda velocidad, es relajante recorrer este camino, a pesar de estar dentro de una ciudad, la vegetación te hace sentir la libertad de la naturaleza, estaba tan concentrado en disfrutar del paisaje que no me di cuenta cuando choqué con una persona.

Ella estaba agachada recogiendo algo, por eso no la vi, y me fui sobre ella. Ambos caímos al piso y nos golpeamos. - Discúlpame, en verdad no te vi, ¿Estas bien? – mis ojos aunque desorientados, se abrieron de golpe.

No podía creer lo que veía, quizás el golpe me estaba haciendo alucinar o esto era un maldito sueño. Pero cuando oí su voz me di cuenta de que no estaba soñando, ni en mis mejores sueños sentiría su cercanía tan intensa como ahora. - ¿Josh?

Un Enredado Amor  (Josh Hutcherson) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora