Un Enredado Amor (Josh Hutcherson) Editando

CAPÍTULO 57

Capítulo 57

- Necesitamos hablar – puede que sí, pero no quiero. Sin embargo me dejo arrastrar por Josh. Me lleva atravesando la multitud. Cuando suena un canción.

-Espera – tiro de su brazo. Él me mira un poco frustrado – Quiero bailar esto contigo – arrastré las palabras. Definitivamente estoy ebria. Debí notarlo cuando el piso empezó a girar a mis pies al igual que él techo.

-Alex… necesito que hablemos – me miró una vez más y se acercó a mí. Puse mis brazos alrededor de su cuello y me pegué a él lo más que pude. Mis labios rozaban su oreja. Sus manos se depositaron en mi cintura. (Dicen – Juan Fernando Velasco: http://www.youtube.com/watch?v=KcgeV4VHUig). Empecé a marcar un ritmo mientras me movía al ritmo de la canción, moviéndome de derecha a izquierda 1..2…1.2…1..2…1.2…. Le canté al oído la letra.

Dicen que el tiempo es el mejor remedio para olvidar,

dicen que no hay mal que dure cien años y no es verdad,

dicen que del odio al amor solamente un paso hay

y aunque lo intento mil veces no puedo dejarte de amar

Se alejó un poco de mí mientras examinaba mi rostro. Sentí como las lágrimas rodaban por mis mejillas. Ya no me importaba que me viera llorar. Quería que se sienta culpable por lo que me hizo. Necesitaba que sepa lo ruin que es por presentarse otra vez ante mí. Intento, en verdad lo hago, quiero dejarlo de amar y no puedo.

Dicen que la distancia es el olvido y a mí me da igual

Porque por más que me alejo en mi mente te escondes y

Estas (enloqueciéndome)

Dicen y dicen frases sin sentido y están tan mal

porque no saben porque no han sentido el dolor de amar,

cuando no se puede olvidar...

Se supone que amar debe ser felicidad no dolor, pero eso es todo lo que siento. Dolor… y un vacío inmenso en mi corazón. Esa letra me estaba haciendo daño. Él debió notarlo porque no me dejó continuar y me llevó fuera del local. Nos alejamos un poco de la entrada. Encontró una banca y me sentó. Ahí caí en cuenta que estábamos en un parque. Podía escuchar a penas el sonido de los grillos y a la vez uno que otro auto pasar.

Josh se arrodilló frente a mí y limpió con sus pulgares mis lágrimas. Traté de mantenerme firme, en mirarlo con rabia, pero mi corazón anhelaba su contacto.

-Alex… - se pasó la mano por el rostro – No sé qué hacer. No sé de qué otra manera pedirte una nueva oportunidad. Solo sé que no concibo mi vida sin ti… si me das una oportunidad… solo una, prometo hacer todo lo que esté en mis manos, entregaré mi vida a demostrarte lo mucho que te amo…

-Tú no me amas – lo corté. Estaba enojada y dolida… y borracha. Tenerlo aquí me lastimaba… me consumía lentamente.

-Te amo, te amo mucho…- tomó mis manos entra las suyas y empezó a besarlas – cometí un error, un estúpido error. Me arrepiento, cada segundo desde que sucedió. Pero necesito que confíes en mí y me creas lo que te digo. No sé qué sucedió, creo que fue una trampa, yo… yo nunca te haría eso. Por lo menos no en pleno uso de mis sentidos. Te amo, te amo más a que mi propia vida, Alex. Eres la dueña de mi corazón y mi alma, si tú me dejas… no me queda nada.

Quería creerle. Quería creer que cada palabra que me decía era verdad. Pero no podía. Simplemente no podía arriesgarme a que me haga daño nuevamente. Mi corazón nunca volvería hacer el mismo ahora y no soportaría otra decepción.