Un Enredado Amor (Josh Hutcherson) Editando

CAPÍTULO 110

- ¿Podría acercarme mi historia clínica? – la enfermera me vio nerviosa ante mi petición.

Quería verla, nadie me decía mi situación y no saberlo me deseperaba.

Josh había ido a su departamento a cambiarse y aprovecahría para ir por la empresa y traer mi computadora. Quería trabajar, me sentía tan inutil y frustrada.

La enfermera regresó con mi ficha. Nadie podía negarse a entregar un documento que era de mi propiedad.

Lo tomé con cautela. Empecé  desde el inicio, analizando en que estado llegué a este lugar. Algo en mi orden de ingreso llamó mi atención, fue escrita por un paramédico.

Paciente femenino encontrada en síncope con disnea, cianosis, taquipnea, taquicardia, aparente hemoptisis y su temperatura de 38.5°C. Presenta estertores crepitantes diseminados por ambos campos pulmonares, presión de oxígeno de 50 mmHg, Presión CO2 de 35mmHg. Diagnóstico presuntivo Tromboembolia Pulmonar. Se administra oxígeno y canaliza vía venosa periférica. Solicitamos ingreso en cuidados intensivos, TAC y preparación para cirugía menor de adminsitración de cateter central de confirmarse diagnóstico.

Llamada a emergencia por desconocidos, pero reconocida por el Sr. Joshua Hutcherson quien asegura que “es su mujer” y la identifica con sus respectivos datos. Su estado no permite indagar sobre la situación por lo que se debe interrogar más adelante.

“Su mujer”. No podía evitar que mi corazón se hiciera chiquito.

Lo amaba. Amaba tanto a Joshua Ryan Hutcherson que casi era insoportable.

Se me hacía tan fácil escapar de todos los sentimientos y dejarme morir… pero su amor me mantenía aquí, viva, luchando.

No quería decepcionarlo, tampoco quería que me viera de esta manera.

Su cercanía me impulsaba a seguir pero al mismo tiempo no soportaba verlo impotente por no hacer nada.  Quería tanto la oportunidad de poder tenerlo, quería tanto una vida a su lado.

Sabía que quería salir corriendo cada vez que veí como mi estómago devolvía todo, cada vez que cepillaba mi cabello en la mañana y millares de ellos quedaban atrapados en el peine, cada vez que me ayudaba a bañarme y veía que mis huesos empezaban a marcarse. No soportaba eso, no soportaba ponerlo en esa situación.

No soportaba hacerlo sufrir, pero él se negaba a dejarme sola.

Había prometido que lucharía y cumpliría mi promesa, pero a veces su presencia me abrumaba y quería dejarlo todo ahí y morime de una vez por todas. Asi todo acabaría más rápido.

No pude evitar llorar cuando leí el reporte sobre la pérdida de mi bebé. Fue mi culpa, no pude hacer nada, no logré ni hacerme a la idea por completo de que iba a ser madre cuando se esfumó de mis entrañas.

Muchos pensarína que la forma en que desperté de la crisis apenas con una leve parálisis de mi pierna, que se solucioanría con la fisioterapia que recibía diariamente, era un milagro. Pude nunca haber despertado, muchas veces me cuestiono si no habría sido eso lo mejor.

Leía mi último reporte solo para que mis miedos acrecentaran.

No mejoraba. La leucemia no cedía, y aunque no progresaba, estaba un paso de una recaída que podría ser mi fin.

¿Qué sería de Josh? Por ello quería alejarlo, pero era tan egoísta que no soportaba más la distancia y le había permitido entrar.

- Gracias. – dije a la enfermera cuando le devolví la ficha. Su mira era de pena, debía conocer mi situción. Traté de sonreírle y ella lo hizo de regreso.