CAPÍTULO 39

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Desperté feliz luego de soñar con ella. Ahora ya no es solo un sueño, es una realidad. Ella me ama como yo a ella. Es difícil imaginarse que alguna vez me sentiría de esta manera. Es verdad que el amor te cambia la perspectiva de la vida. Antes solía burlarme de las personas que actuaban raro. Ahora lo comprendo todo. Me despido de mis abuelos quienes me desean suerte, subo al auto y manejo por la ciudad por un rato hasta que por fin puedo ir a su casa sin parecer demasiado ansioso.

Quiero verla, estoy ansioso y todavía falta media hora antes de ir por ella a la boda. Espero que le guste lo que he preparado. Reviso mi aspecto por millonésima vez, al saber que no puedo hacer nada más para verme mejor me rindo.

Me acerco a la puerta para tocar al timbre cuando esta se abre y salen la mamá, el papá y el hermano de Alex.- Hola Josh – me saludan todos.

-Josh en el mueble deje tu chaleco y corbata, nosotros ya nos vamos para la iglesia. Alex está terminando de arreglarse, llévala contigo y por favor no tarden – me dice mi suegra. Asiento y ellos rápidamente parten en el auto.

Entro en la casa y encuentro el complemento de mi atuendo sobre el mueble de la sala. Me coloco el chaleco y me acomodo la corbata. Son de color dorado, muy elegante en combinación con mi camisa blanca y mi pantalón negro.

-Alex, será mejor que bajes – le grito, y la verdad no me interesa si lleguemos tarde. Quiero verla.

-Estoy bajando – y ahí es cuando se corta mi respiración. Cuando aparece en mi campo visual luciendo más bella que nunca. Su figura esbelta y su piel morena resaltan con su vestido dorado. En la parte superior el corte es recto con un pequeño encaje brillante en el filo. Se ajusta a su busto de una manera muy seductora. Mis manos pican al saber que puedo tocarlos pero aparto esos pensamientos morbosos rápidamente.

Por debajo de su busto inicia la falda de una tela muy delicada que cae sutilmente. No es ajustado, es holgado pero se pega a su figura suavemente llegando a la mitad de su muslo donde sus largas y hermosas piernas lucen largas y contorneadas finalizando con sus tacos de aguja negros.

Su cabello recogido en un moño alto dejando a la vista su exquisito y provocador cuello donde un collar con una perla única cuelga. Varios rizos caen alrededor de su peinado enmarcando su rostro. Su maquillaje es muy sutil. Sus ojos enmarcados de color beige y negro y sus pestañas más largas de las que nunca he visto. Sus labios de un rojo no muy fuerte aparentan haber crecido aún más.

Mi boca literalmente cayó. Mi baba debe estar a punto de caer cuando ella continúa bajando las escaleras. - ¿Y bien? ¿Cómo estoy?

-Oh por Dios, estas hermosa – le digo ofreciéndole mi mano para bajar los últimos escalones – Tu novio es afortunado.

-SI es muy afortunado de tenerme – la acerco a mí y deposito un beso en su exquisito cuello – no deberías hacer eso. Él es muy celoso, no quiero darle motivos de que desconfíe. Además lo amo con todo mi corazón nunca haría algo que sea malo para él.

-Pues él te ama también, y daría todo por ti – envuelvo mis manos en su cintura atrayéndola para que nuestros rostros queden juntos.

-¿Cómo lo sabes? – sus labios se ven provocativos con ese brillo labial. No puedo apartar mi mirada de ellos. Saber que son míos y puedo poseerlos.

-¿Quien no lo haría? ¿Quién no amaría a la más hermosa persona del mundo? Si él no te amara fuera el mayor de los estúpidos. Por suerte para él te conoció y te amó en un instante – ahora si tuve que besarla. Y fue de esos besos que sabes que conducirán a algo más. Mis manos viajaron al dobladillo de su vestido y mis dedos quemaron cuando entraron en contacto con la piel de sus muslos. Sus uñas se clavaron en la parte posterior de mi cuello. Nuestras lenguas se enredaban, danzaban. La pasión entre nosotros cada vez se desataba con más facilidad. Mis dedos llegaron a su ropa interior, sentí el encaje y lo recorrí con mis dedos la cinturilla ganándome un gemido que se escapó por sus labios. Eso me hizo recobrar la conciencia. No podemos hacer esto este día. Debe ser especial no un arranque de pasión.

Un Enredado Amor  (Josh Hutcherson) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora