Un Enredado Amor (Josh Hutcherson) Editando

CAPÍTULO 95

Desperté aunque no quería abrir mis ojos. Para que volver a la realidad si el mundo de los sueños era lo que quería. Me tomó un momento recordar donde estaba y en que situación me encontraba. No pude evitar sonreír recordando la noche anterior.

Por primera vez creo que que la suerte me sonríe también. Mi coche atrapado, el corte electrico que nos llevoa dormir juntos. Y vaya que “dormimos”.

Estiré mi brazo para atraerla hacia mí. Me encontré con su sitio frío, señal de que se había ido hace un buen rato. Hubiera deseado ser yo quien la hubiera despertado a besos.

Había sido maravilloso volver a tenerla entre mis brazos. Volver a hacer el amor. Volver a sentir esa entrega. Parece tan irreal que aun me cuesta creerlo. Ambos necesitabamos tanto esa cercanía. Todo era tan diferente a tener sexo. En mucho tiempo, es la priemra vez que despierto y estoy feliz de lo que sucedió porque aunque hubo pasión y deseo, tambien hubo lo mas importante… amor. Ese tipo amor que se construye sin contacto físico, sin besos, solo a base de detalles, de pequeñas cosas que te hacen querer a esa otra persona, ese amor genuino, ese tipo de amor que lleva al cielo… el amor que duele mas.

Busco mi boxer y me lo pongo. Ya no hace frío, seguramente la electricidad volvió y la calefacción hace su trabajo. El olor a café me envuelve haciendo que mis tripas se revuelvan. Hambre.

Alex está de espaldas huntando mantequilla en las tostadas mientras canta. Ella siempre canta, me alegra saber que noha perdido esa costumbre. Lleva puesta su pijama mientras se balancea. Tengo que controlar a mi amigo que despierta ante la escena de su lindo trasero moviendose.

Me acerco sin hacer ruido. Decido envolver mis brazos en su cintura. No se aparta pero su cuerpo se tensa. Esto no debe ser bueno.

- Feliz Navidad, mi amor. – digo desando su mejilla. No responde a mi saludo. Esto va de mal en peor. Trato de serenarme, quiero entenderla, quiero que me diga porque está tan distante sin presionarla. No quiero arruinar el momento con mi desesperación. - ¿Pasa algo?

Trato de que mi voz sea calmada mientras giro su cuerpo para que me enfrente. Sus ojos miran al piso. - ¿Alex? – tiembla ante el sonido de mi voz. Tomó su mentó para mirarla a sus ojos, que empiezan a cristalizarse. - ¿Qué sucede, pequeña?

Y llora. La estrechó y ella envuelve sus brazos aferrándose a mí. No quiero verla de esa manera, me rompe el corazón. Se que se siente culpable por lo que sucedió. Yo me siento mal de que ella se sienta de esa manera pero no cambiaría nada de lo que sucedió, soy egoísta pero para mi fue lo mejor. Lo que me duele y temo es que ella se arrepienta. No quiero entender como algo tan maravilloso puede causarle tanto dolor.

- Shhh. Tranquila. Todo pasará. – cada lágrima suya me destrozaba.

- Soy una mala persona, Josh. Soy ruin, soy mentirosa… soy lo peor.

- No digas eso porque no es verdad. – le estreché mas aún. La deje sollozar por otro momento mientras se aferraba a mí. El sonido de la tostadora hizo que se aparte de mí. En silencio terminó de servir el desayuno.

Observé todo su trayecto. Ya no lloraba pero su rostro era reflejo de culpa. Desayunamos en silencio y le ayudé a limpiar todo. Quería gritar cada vez que la veía estremecerse cuando había contacto de nuestra piel. Esperé pacientemente a que terminara. Cuando se secaba las manos envolví mis brazos en su cintura, nuevamente.

Antes de que apartara la giré hacia mí, sujeté sus caderas sentandola en el mesón y me coloqué entre sus piernas. Mis manos subían y bajaban por la tersa piel de sus muslos. No podía esconder su mirada de esa manera.

- No sabes cuánto tiempo he pasado pensando en ti y soñando con esto. Nunca olvidaré esto y estoy seguro de que tú tampoco lo harás. Y no quiero que te arrepientas, quiero que desees que vuelva a suceder.  Quiero que olvides todo. Lo prometiste, Alex. Este tiempo era para mí, para nosotros.