Un Enredado Amor (Josh Hutcherson) Editando

CAPÍTULO 73

Amaba poder saber de ella y de alguna manera hacerle saber cómo me sentía con respecto a lo que nos sucedió. A lo que era mi vida sin ella.

Me sentí mal cuando tenía que mentir ciertas cosas para que no se diera cuenta, pero trataba que fuera lo mínimo. Trataba de dejar cosas abiertas para que ella llenara los espacios como mejor le convenía a su mente.

- ¿Por qué tan feliz hijo? – me preguntó mi mamá. Obviamente debía notar mi gran sonrisa luego de pasar largos ratos chateando con Alex. No hablábamos siempre de mi historia. Le dije que le iría contando de poco a poco. Ella dijo que me tomara el tiempo necesario pero de alguna forma no podíamos dejar de escribirnos. Parecería que ya no hubieran termas, pero siempre teníamos algo nuevo que contarnos y discutirnos.

- La vida es bella, mamá. ¿Por qué no sonreír? – suspiré lo que la hizo sonreír.

- No es que no me alegre verte así, pero quisiera saber a qué se debe – dijo mientras revolvía los huevos para mi desayuno favorito. Omelette.

- ay Mamá – suspiré – solo el amor puede hacer un mundo tan maravilloso.

- Mmhmm Amor. ¿Así que hay una chica? – metí la pata. Ahora me interrogará hasta que suelte la sopa.

- Sí… hay una chica – admití – pero no te pienso decir nada más que eso.

- Entonces no se trata de Claudia ¿verdad?

- Nopi- dije divertido mientras empezaba a devorar mis huevos.

- En realidad no interesa quien sea. Lo que importa es que luego de mucho tiempo te veo feliz. Luces diferente… radiante. En mucho tiempo no te veía así. Pensé que no te recuperarías de perder a Alexandra, muchas veces quise buscar a esa chica y hacerla reaccionar, pero me alegra que hayas encontrado a una nueva persona a quién querer. Estoy orgullosa de ti por avanzar.

Si supieras mamá. Si supieras que nunca podré dejar de amar a esta chica. Ella es la única razón para ser feliz. La única que podré amar y me hace sentir completo.

- No diré nada – no quería mentir. Salté de mi asiento y corrí a mi habitación mientras mi mamá me llamaba. Era inevitable que se diera cuenta que algo no andaba bien.

Me imagino que mi niña debe estar ya en su trote mañanero. Llamo a la florería más cercana y pido mi orden junto con el mensaje.

Más tarde estoy llamando a Steven para arreglar los últimos detalles de mi nuevo proyecto.

O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O – O

Estaba llegando a mi departamento. Subía estas tormentosas escaleras hasta el tercer piso. Tenía que hacer deporte pero no me agradaba la idea. Era de esas personas que prefería estar en la cama todo el día pero era médico y recomendaba a mis pacientes hacer ejercicio, muy hipócrita de mi parte no seguir mi consejo.

Llegué a la puerta de mi apartamento y encontré un pequeño ramillete de orquídeas pequeñas de varios colores. La recogí y encontré una pequeña tarjeta.

Entré en mi departamento mientras leía la tarjeta. El computador de Santy estaba en nuestra mesa de computador así que lo encendí. Ingreso el link mientras escuchó la melodía. (Usted es hermosa – Fausto Miño: www.youtube.com/watch?v=xCbsRl0R6vM )

“Y quiero que ud ya sepa cómo estoy yo con esta alegría en el corazón, que usted me regala escuchando esta canción. SOLO QUERÍA DECIRLE UD ES HERMOSA… no sabes cómo quisiera decírtelo en persona… lindo día, princesa”