Una oferta de trabajo lleva a Demi Hamilton a tierras árabes, sin saber que todo era un plan para secuestrarla con la intención de hacerle cumplir un compromiso pautado entre tres familias poderosas con el fin de salvaguardar sus intereses económico...
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Demi se levanto muy temprano al día siguiente para pedirle a sus padres que se fueran de casa de los Yaman, porque quería alejarse lo más pronto posible de Khaleh Bashim Yaman.
Ya Hadiya se había levantado y suponía que estaba desayunando y tuvo que reconocer que su estomago también necesitaba alimentarse pero odiaba tener que compartir la mesa con Khalet, tampoco quería ver a Khosher aun estaba dolida por lo que a pesar de las razones que le dio era una traición. Pudo haberle contado la verdad sin necesidad de traerla a la cueva del lobo. Un lobo feroz que estaba dispuesto a devorarla.
Mientras se daba una ducha vino a su memoria ese beso avallasador que le dio, y miles de sensaciones recorrieron su piel, deseando sentir de nuevo esa boca, su aliento, su piel contra su piel, sus ojos que al mirarla la poseían por completo.
Se envolvió en una toalla y salió, llevándose el susto de su vida cuando lo vio en la habitación. Sus miradas se encontraron y el calor empezó a apoderarse de todo su se,
Khaled la miraba con lujuria y enseguida su mecanismo de defensa se activo.
- Que haces aquí- le increpo
- Es mi habitación.- contesto con calma- Todo lo que esta aquí me pertenece incluida tu, mejor dicho especialmente tu-. recalco.
- No soy tuya , nunca lo seré, así que no seas tan creido.
El no se inmuto ante sus palabras, ni siquiera parecieron afectarle, esa misma mirada prepotente que lo caracterizaba la recorrió y ella empezó a temblar.
- Nos casaremos Hessa, - sentencio sin la menor duda- porque siempre has estado destinada para mi, acéptalo y ahórrame toda esta cháchara sin sentido.
- Todo es por dinero ambición y poder.- escupió con desprecio.
- Hay algo que esta más en juego y es mi honor, rechazarme me someterá al escarnio publico y no pienso permitir eso.
Camino hasta ella y ella retrocedió, y el sonrio sin dejar su arrogancia.
- Lo que me lleva al siguiente punto novia mía, que paso entre mi hermano y tu anoche.- cuestiono ahora.- cuando los sorprendí en la cocina. El te tocaba la mejilla con su mano, no entiendes que nadie mas que yo puede tocarte asi.
- Ahora si enloqueciste.- reviro indignada.
Se acerco mas, con una mano la agarro de la cintura pegándola a su cuerpo, su otra mano recorrió su mejilla mientas que su mirada la traspaso
- que paso esa noche que desapareciste – exigió saber
- Te refieres a la noche que hui de ti.- repitió tan nerviosa que era incapaz de coordinar nada, su cercanía la perturbaba de tal manera que se quedo inmóvil y en ese momento el podía hacer con ella lo que quisiera. Jamás ningún hombre la afecto como el lo hacia, tenia un poder malvado que la subyugaba por completo.
