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CAPITULO 95 DOS REGALOS

Dedicado a:  Lalectora 38 

Que me pedía un maraton, y ha sido un mini maratón

Khorhan despierta cuando siente un olor a café recién hecho que penetra por sus fosas nasales, Trata de recordar lo que paso el día anterior

Alya habia insistido en traerlo y el obviamente no podía manejar así que acepto que esta mujer que era su amiga lo trajera.

Incluso lo ayudo a desvestirse y eso le hizo recordar a Santana, pero ella no era su Santana.

La intención de Alya tampoco estuvo nunca orientada por una doble intención. Solo se limito a cumplir el rol de una buena amiga. Era cierto que en un tiempo estuvo ilusionada con Khorhan pero eso era tiempo pasado, sin embargo sentia un cariño especial por el.

Alya había ido a prepárarle un baño para quitarle la borrachera, pero tan pronto su cabeza toco la almohada se quedo dormido.

- Te has quedado a dormir aquí Alya.-le pregunta al verla en la cocina con la misma ropa del día anterior y tarareando una canción mientras se da a al tarea de preparar el desayuno.

- No iba a dejarte solo, estabas demasiado borracho.-puntualiza con sua costumbrado buen humor.

Alya le indica sentarse y pone un plato de comida delante de el.

- Comamos y me explicas porque estabas tan borracho.

La puerta de la habitación donde permanece recluida Hessa se abre y esta vez no es Karam quien entra sino el mismo sujeto que la secuestro quien tiene sin duda la maldad dibujada en su rostro.

- Hasta ahora has estado muy consentida por Karam, pero se te acabo el reinado princesa.

Era cierto en estos días Karam se había portado muy bien, enviándole a traer la comida que sabia a ella le gustaba, también la había librado de sus ataduras y por ratos le permitió abrir la ventana y poder ver a través de ella el bosque y respirar aire puro.

- Que me harán- pregunto aprehensiva llenándose de temor por ella pero sobre todo por su bebe.

- Nos iremos de aquí a otro lugar que ni Karam lo sabrá, pero muy pronto tendrás compañía,  Andando- le ordena y la jala con brusquedad del brazo para sacarla de allí.

Hessa no sabe lo que le espera ahora, y sigue rogando a Dios porque la encuentren rápido porque teme por su bebe, no quiere perderlo, eso para ella seria peor que la muerte.

- Donde te llevaste a Hessa- le reclama Karam furioso a la mujer que tiene delante de el.

- Ella solo sonríe de manera prepotente y responde.

- Lo sabrás a su debido momento

- Cuando será

- Cuando cumpla mi venganza, te has vuelto débil Karam, el amor te volvió débil, te he visto tratar a Hessa estos días y se que es porque amas a su hermana, así que ya no puedo confiar en ti. Desde ahora Riza será mi hombre de confianza y a ti te mantendré bajo vigilancia. Solo cuando seas el presidente de Yaman y pueda tener lo que quiera decidiré si dejar o no en libertad a Hessa. Después de todo hasta su propio esposo la desprecio, así que a nadie le dolerá si deja de existir.

Karam apretó sus puños tratando de contener la ira que sentía y golpear a la mujer que tenia delante de el pero tenia que actuar con inteligencia así que continuo fingiendo.

- Eso es lo único que a ti y a mi nos importa, el imperio Yaman, así que quédate tranquila, te demostrare que puedes seguir confiando en mi.

- Eso espero- señalo la mujer con satisfacción.