Una oferta de trabajo lleva a Demi Hamilton a tierras árabes, sin saber que todo era un plan para secuestrarla con la intención de hacerle cumplir un compromiso pautado entre tres familias poderosas con el fin de salvaguardar sus intereses económico...
Amanda sale al área de la piscina y encuentra a Kosher con la mirada perdida.
Va a devolverse pero ya el se ha percatado de su presencia y voltea a verle y ella podría jurar que ha estado llorando, sus ojos enrojecidos y su mirada triste lo delata.
- Lo siento, me iré, me imagino que quieres estar solo.
- Creeme que lo que menos deseo en este momento es estar solo.
- Es por esa mujer, por Hadiya.- no puede evitar preguntar
- Han pasado muchos años pero basta volverla a ver y mi mundo se viene al suelo, he intentado olvidarla con muchas mujeres pero no he podido.
Descubrir que el tenia esos sentimientos tan profundos la sorprendió y le hizo sentir empatía por el.
- Por eso te convertiste en Cupido para unir a las demás personas, para tratar de entretener tu corazón.- indico en tono ligero y logro su objetivo pues el esbozo una media sonrisa.
- Muy perspicaz Hamilton- apunto el.
- Pero tu corazón sufre- Indico ella colocando su mano en su corazón y ante su contacto el tomo su mano y por un momento se quedaron en completo silencio, con sus miradas entrelazadas.
- Creo que debo ir a dormir- fue ella quien reacciono primero- tu también deberías hacer lo mismo Khosher.
- Pero no todo fue malo esta noche- puntualizo el ahora-me gusto ganar una amiga.
- A mi también me gusto ser tu amiga.
Amanda se retira y Khosher decide permanecer unos minutos mas allí, su mente se niega a olvidar ese momento donde Hadiya le confiesa que se ha entregado otro hombre.
Ese día juro que encontraría a ese hombre y junto con Hadiya lo haría pagar su traición.
Y esa promesa seguía vigente hasta el día de hoy, esperaba por su bien que jamás se cruzara en su camino.
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Hessa abrió lo ojos, en la oscuridad, con la suave sabana rozando su piel y el cuerpo de Khaled pegado al suyo, había hecho el amor con su esposo y fingió dormirse en sus brazos, pero lo cierto es que mientras esa espina estuviera clavada en su pecho no tendría paz.
Se deslizo fuera de la cama con mucho cuidado de no despertarlo y tomo una manta para cubrir su desnudez e ir al balcón.
Necesitaba respirar aire puro porque sentía que se estaba ahogando, aspiro el aire, la suave y fría brisa se calo en sus huesos y mirando al imponente cielo elevo una plegaria al Dios del universo para que le diera paz en medio de la tormenta.
Tenia un extraño presagio en su corazón, y que asi como la oscuridad se cernía sobre la ciudad pronto lo haría en su vida.
No podía evitar sentir celos pero no se trataba de cualquier de cualquier mujer del pasado, sino de su hermana gemela y eso le llevaba a preguntarse si ese fue otro motivo que tuvo Khaled para casarse con ella, hacerse la idea que por su parecido físico ella era Hadiya, entonces no era a ella a quien amaba, con la que deseaba hacer el amor, sin embargo recordó que el la había elegido a ella siendo niños, pero en la realidad con quien convivio mas tiempo durante todos estos años fue con Hadiya. Una amistad que se fortaleció con el tiempo y surgió el amor.
