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CAPITULO 85 PALABRAS QUE MATAN EL ALMA

Como devolver las palabras que han herido en lo más profundo del alma, como unir los fragmentos y queden igual, es imposible.

Khalet destroza todo lo que encuentra a su alrededor, ante la ira que experimenta ante las pruebas de la infidelidad de la mujer que ama con todo su corazón.

No hay lugar a dudas, no puede negarlo, ahora solo quiere matar a alguien, a Karam,.

En cuanto a Hessa, no sabe que hará con respecto a ella.

Se deja caer en el sillón derrotado, totalmente descompuesto y sintiéndose por primera vez en su vida derrotado, sin saber que hacer.

A Hessa la ama ¿seria capaz de perdonarle su engaño?

Pero no se trata de una simple infidelidad, de que Karam con artimañas se hubiera aprovechado de un momento de debilidad, en medio de una discusión de ellos.

Hasta hace poco ella había pedido, mas bien exigido que le cediera la presidencia del consorcio a Karam.

Una doble traición.

Le habían traicionado de la manera mas vil y despreciable.

La puerta de la habitación se abre de manera intempestiva y un Khaled totalmente descompuesto y con la mirada oscurecida y dura esta delante de ella.

Hessa se pone de inmediato a la defensiva

- Khaled sal de aquí, no pienso dormir contigo hoy y ningún otro día hasta que...

- Hasta que Karam asuma la presidencia- completa por ella y Hessa se sorprende ante sus palabras, pero el continua implacable- eso quieres, todo el poder para el, ¿Por qué?- camina hasta ella y ella retrocede de pronto su actitud la llena de temor, este no es el Khaled que ella conoce- ¿porque estas de su parte?- la toma de los hombros y la zarandea- es porque es tu amante.

- No empieces de nuevo con eso para tapar tu engaño.- revira ella pensando que se trata solo una cuestión de celos infundados sin comprender la magnitud del asunto porque lo desconoce.

- No- niega- aquí la única que ha engañado, mentido y me ha sido infiel has sido tu.

- Suéltame Khaled me haces daño- logra zafarse de su agarre.

- Eres una ramera, la peor de todas, eres igual que Hamira, pero no consentiré a una mujer adultera viviendo bajo el mismo techo de mis hermanas, porque que clase de hermano seria si dejara a mis hermanas conviviendo con una desvergonzada

Esas palabras la destrozan por dentro y la llenan también de enojo hacia el.

- Querías irte, hazlo – continua el sin piedad la agarra sin nada de delicadeza por el brazo y la lleva al closeth, el mismo saca una maleta y descuelga ropa que tira al suelo para indicarle a gritos- recoge tus cosas, que te quiero fuera de esta casa de inmediato.

- Khaled yo jamás te he sido infiel- se defiende, ahora entiende que alguien le ha puesto en su contra- de donde sacas eso, quien te ha envenenado el corazón en mi contra.

- Alguien que desconozco pero ahora agradezco me abrió los ojos, los vi Hessa – revela con mucho dolor - a ti y a Karam revolcándose en una cama como los traidores que son.

- Khaled por favor.- le suplica- no pudiste vernos porque eso jamás ha pasado.

- Agradece que no saque a la luz tu pecado, sabes lo que en este país le hacen a las mujeres adulteras, podría matarte, pero no soy un asesino además llevas a ese niño en el vientre.

- Tu hijo.- le recuerda dolida pro al manera fría y despectiva con que se ha referido a su propio hijo.

- Mi hijo- repite con desdén y duda -¿Como puedo estar seguro que ese niño que llevas en el vientre sea mío?