Una oferta de trabajo lleva a Demi Hamilton a tierras árabes, sin saber que todo era un plan para secuestrarla con la intención de hacerle cumplir un compromiso pautado entre tres familias poderosas con el fin de salvaguardar sus intereses económico...
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Al llegar a la suite, a Khorhan le toco llevar a rastras a su esperpento, y una vez en el cuarto la lanzo al colchon. Eso le sirvió a ella para espabilarse un poco.
Al se incorporo en al cama y le grito.
- Si que es bruto.
- Volvemos a los formalismos, ya se te paso la borrachera Santana-puntualizo divertido.
Ella se puso de pie y camino hacia el y alli le paso las manos por el cuello y para sorpresa de el le dio un beso en la mejilla y se pego a cuerpo como una lapa.
- Gracias por ser mi salvador.
Sin duda seguía muy borracha, pensó el.
- Ven, vamos a tu cama- la agarro por la cintura para encaminarla.
- Ahora se aprovechará de mi.- cuestiono
- Nada mas lejos de la realidad.- negó el.
De pronto ella se separo cuando presintió que iba a vomitar y por su puesto no iba a manchar su costoso traje.
- Tengo ganas de vomitar- informo antes de salir corriendo al baño presurosa.
Habían pasado varios minutos, en realidad un minuto y ya estaba preocupado así que fue al baño y le toco la puerta.
- Santana como estas, estas viva aun.
El y su humor negro, pensó ella cuando se levanto del retrete donde había vaciado su estomago. Jalo la palanca y se miro al espejo, dándose cuenta que estaba hecha una facha.
- Santana responde, o entro.
- Estoy bien, creo- sintiendo una nueva arcada vovio al retrete a un segundo Roud de vomito.
La puerta se abrió y entro Khorhan, un Khorhan muy preocupado.
Fue hasta ella que estaba tumbada en el retrete y se acuclilló junto a ella y le recogió el pelo por detrás para que terminara de vaciar el estomago. Luego la ayudo a levantarse, el mismo jalo la palanca y la atrajo a su cuerpo para que ella pudiera sostenerse en pie.
Ella estaba muy mareada, y se sentía muy débil y el se dio cuenta y termino por levantarla en brazos, para llevarla cargada de regreso a la habitación, con sumo cuidado la sentó en la cama viendo que su ropa se había manchado de un liquido verdoso y nada agradable.
- Dios Santana estas hecha un desastre.
- Ahora deberé quitarte esa ropa y meterte a bañar- puntualizó
- Hágalo, aprovéchese, es un desgraciado pervertido.- le grito en un ataque de pánico. El no podía verla desnuda, mucho menos bañarla.
- Mierda Santana no mides tu lengua- Al se dejo caer en la cama y cerro los ojos negándose a dejar que el la desnudara.
