CAPITULO 97 UN CORAZÓN NEGRO

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Hadiya estaba en el jardín cortando unas rosas con su hija, y aunque disfrutaba tanto compartir con ella, no dejaba de estar angustiada por Hessa, ya habían pasado dos semanas desde su desaparición y aun no habían podido encontrarla con todo y que Khaled y Serkan habían unido fuerzas.

Sus padres estaban desesperados ante la posibilidad de volver a perder a su hija y ella se sentía atada de manos, si era posible daría su vida por su hermana, para que sus padres no sufrieran el dolor de perderla nuevamente.

Presintió la presencia de alguien y al levantar la mirada se encontró con la mirada atormentada de Karam.

La niña enseguida corro a abrazar a Karam con ese cariño extrañable que los unía.

El la alzo en brazos, besos su frente

- Como estas mi hermosa.

- Extrañándote mucho, porque no habías venido mas.

- Estuve ocupado, cosas del trabajo.

- Te quedaras conmigo todo el día.

Hadiya se acerco y le quito la niña, llamando a la niña que estaba a pocos metros de distancia.

- Suseth llévate a la niña a su habitación, debe tomarse su complejo vitamínico.

- Pero luego me darás un pastel.

Hadiya asintió, mientras que Karam permaneció en silencio,

Hasna se acerco de nuevo a Karam, el se inclino y ella lo abrazo y beso en la mejilla con cariño.

- Nos veremos dentro de un rato- le dijo y se fue con la niñera, ansiosa por comerse su pastel.

- Es así , la alejaras de mi- indico Karam dolido.

Hadiya volvió a su labor de cortar rosas, necesitaba desesperadamente concentrarse en algo que no fuera Karam, el hombre que le había hecho tanto daño y que posiblemente tenía secuestrada a su hermana.

- Responde- demando

- Sabes que no eres buena influencia para ella. ¿Dónde esta mi hermana?

- No los se- respondió con la verdad, porque hasta ahora no había logrado que la persona que la tenia soltara prenda y eso era algo que lo tenia desbastado, temía por Hessa y por su bebe.

- No te creo- reviro ella con odio y apretó tan fuerte las rosas que una espina se le clavo en al palma de la mano y solto un gritito de dolor.

Karam fue a ella, y reviso su mano, a pesar de la resistencia de ella. Luchaba por la sensación que le producía su contacto, su mirada preocupada que la desconcertaba, su actitud siempre protectora.

- Dejame ver, estas sangrando-señalo sacando su pañuelo y limpio su herida, envolviéndola luego- debes desinfectarte la herida con alcohol

- Gracias lo hare.- acordó en un suspiro.

Karam no soltaba su mano la atrajo a sus labios y deposito un beso en su herida y ese gesto basto para revivir en ella sensaciones con las que estaba luchando desde hace mucho tiempo. Karam termino envolviendo su mano con el pañuelo y añadió.

- Sabes que hay espinas mas profundas, las que se llevan en el alma.

Hadiya recuerda que cuando lo conoció el le hablo de ese mismo dolor que llevaba al haber sido separado de su familia, de vivir solo, y de aprender a defenderse y creciendo sin afecto.

- Karam si en verdad desea redimirte, ser el padre que Hasna merece, dime donde esta Hessa- le suplico tratando de creer que ciertamente Karam podía tener un corazón bondadoso.

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