018 Theo Raeken

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Solo puedes quitar el dolor cuando te importa, esas fueron las palabras de Deaton cuando estuve en su consulta. Esa información no era nada del otro mundo en aquel momento pero, iba a significar mucho.

-Bien, hay que tener cuidado con los cazadores - dijo Scott, el alfa se preocupaba pues teníamos a un grupo de cazadores detrás nuestra desde hace unas semanas.

-No te preocupes, son solo humanos - dijo Theo apareciendo de la oscuridad de la clínica.

-Ninguno, ¿especial? - preguntó el alfa.

-No, no hay de qué preocuparse, bueno quitando el hecho de que os triplican en número - dijo sonriendo.

-¿Os? ¿No estás con nosotros? -preguntó Hayden.

-Si las cosas no salen como planeamos me rajo, no tengo necesidad de volver al infierno.

-Si fueras bueno, no irías al infierno - dije metiéndome en la conversación, mi relación con él, era nula, ni para bien, ni para mal, sabía que existía y que el muchacho era mono, pero ya está.

-No me seas puritana, aquí ninguno es un santo, o me equivoco Stilinski - el nombrado agachó la cabeza apenado.

-Ya, no hace falta una pelea interna, id a investigar y tu Theo, has lo que quieras, menos daño a mi manada - el ojiverde solo asintió y se fue.

Yo iba a una cancha de baloncesto, al parecer había un cazador que había jugado aquí, pero para mi mala suerte, allí habían cazadores, 4 para ser exactos.

-La lobita está sola - dijo uno, sentía como me estaban rodeando, sería mi final si no hacía algo.

-Pensaba que era la protegida de la quimera - eso me descolocó, ¿la protegida? Los hombres habían formado un círculo a mi alrededor, me empecé a sentir intimidada, frágil...

-Así es, hay que tener cuidado - sacó una pistola de su espalda, pero se mantuvo alejado, mientras que dos de ellos se acercaban a mí, gruñí en su dirección.

-Si fuera ella, no estaría sola - dijo uno, a mis espaldas, en mi punto ciego y me cogió por el pelo, me giré como pude y solté un puñetazo al sujeto, rompiéndole la nariz.

-Seras zorra - dijo el que tenía un arma en la mano, hizo unas señales para que sus compañeros me sostuvieran, uno agarró el cuello haciendo que mis rodillas se hincaron en el suelo, y me mareara por un momento.

-No deberías haber dicho eso - dijo otra voz, aunque esa voz si la conocía, Theo.

-Te dije que era su protegida - habló de nuevo uno de los cazadores.

-Un poco de daño no le sobra a nadie - me pegaron una patada en el estomago, pero me asusté al oír un disparo, aunque no cayó sobre mí, o eso pensaba hasta que un círculo rojo se formó en mi abdomen.

-Theo...- dije antes de caer de rodillas al suelo, volví escuchar un disparo y un rugido, varios pasos, lo siguiente que vi, fue a Theo delante mía - ¿Qué haces?

-Shhh, descansa - su mano sujetaba la mía y sus venas estaban negras, me estaba quitando el dolor.

-¿Cómo? Deaton dijo que solo podemos quitarlo...

-Se lo que dijo Deaton, ahora descansa - volvió a insistir - Mañana no te acordarás de nada y me seguirás odiando - sus últimas palabras me dolieron, yo no lo odiaba simplemente no teníamos una relación de amistad... aunque yo siempre había pensado que era mono... el sueño empezó a apoderarse de mí.

-No... - mis ojos pesaban - no te... - no pude decir más nada porque caí en un profundo sueño.

Al día siguiente me desperté en mi cama, con mi pijama, no recordaba bien lo de anoche, estuve en la cancha y apareció alguien...

Me adentre a la ducha y seguí dándole vueltas al tema de anoche, ya no estaba tan seguro de que fuera alguien de la manada, pero era un lobo, porque me estaban quitando el dolor, escuché un ruido fuera, en la habitación, pero al salir solo estaba la ventana abierta y había algo en el suelo, un papel, con la palabra, la protegida.

-Es verdad, ayer me dijeron eres la protegida y luego apareció, luego apareció...

Salí corriendo al colegio, pues llegaba tarde, no se como no me había acordado, cuando entre en los pasillos no me costó localizarlo, iba a correr pero no podía tampoco quedar de enamorada, porque no lo estaba, ¿no?

Me acerqué a él y lo abrace, aunque no fuera mi mejor amigo todo tenía sentido ahora, que los cazadores no me mataran nunca, que él fuera distante conmigo y que ayer me salvará.

-No te odio, es lo que te quería decir anoche - le dije todavía abrazada a él - ¿Por qué la protegida?

-Eres mi mate, Alicia, por eso los cazadores te llamaron la protegida de la quimera y por eso ayer te pude quitar el dolor - no me veía venir eso, pero tampoco me molestaba.

One Shots ☯ Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora