One Shots ☯ Teen Wolf

52. Peter Hale

Esta de regalo, tenía pensado subir uno más, y ya que me han pedido segunda parte de este, aquí lo tenéis.

OS (44)

-Tienes que dejar de retar a mi hermano - dijo Cora tirada sobre el césped.

-Esta vez no hice nada - no estábamos hablando de la pelea de Peter, está vez llegué tarde porque habia mucho trafico e iba en el coche de Mike, un amigo.

-Llegaste tarde a una reunión de la manada - dijo obvia Cora.

-Había mucho tráfico, todavía no se volar- reí ante lo tonto que sonaba eso.

-No sabrás - aclaró mi morena amiga - ¿Has vuelto a hablar con mi tío? - negué.

- Se casa mañana, ¿crees que sea buena idea? - ironice, a pesar de su declaración, su vida siguió normal y con ella, su boda con la oxigenada cara ano.

-Creo que quedaría genial que te oposieras en la boda, en plan Magnus en la boda de Alec, me encanta esa escena.

-Y a mi - dije imaginandome esa escena, pero con nuestras caras.

- Te ha dicho que no la quiere, ¿qué más necesitas? - me encogi de hombros.

-A él - fue mi respuesta y me tiré con ella al suelo.

-Pues o haces algo o no lo tendrás - la miré confusa - La señorita oxigenada se lo quiere llevar a Asia - mi cara se desancajo.

-¿¡Qué!? - grité y volví a ponerme de pie.

- Lo que has oído, dice que allí vivirá mejor , que cómo aquí nadie lo quiere, que estará mejor allí - dijo Nora incorporándose.

- Eso es mentira - mi voz se fue apagando - yo si le quiero - agache la cabeza y mis palabras salieron en forma de susurro.

Nora me llamaba pero yo estaba pensando en Peter, en él, lejos y con ella.

Salí corriendo con un claro objetivo, el loft de los Hale, aunque fuera mujer loba, llegué a mi destino bastante perjudicada, me faltaba el aire, eso sumado a mis inmensas ganas de llorar.

Recuperé un poco de aire y subí hasta el piso correspondiente, toqué la puerta con fuerza, podría abrirla pero no se quien haya dentro - Hola Rose, ¿qué te pasa? - anda que bien, si la rubia oxigenada está en casa.

-¿Está Peter? - ella asintió dudosa, no iba a darle detalles, aunque quisiera arrancarle los ojos por guarra.

La empuje con poca delicadeza y entre en el loft, Peter estaba en el salón leyendo, pero debido a mis golpes estaba mirándome, al ver mis ojos y olerme se levantó deprisa, corrí hasta él y lo abracé soltando un sollozo - No te vayas, por favor - susurre en su oído, las lágrimas retenidas salieron, sin importar quien presenciaba la escena.

-Anne déjanos solos, creo que tenemos que hablar - dijo de forma gélida, un escalofrío recorrió mi espalda al pensar que estaba enfadado por mi escena.

En cuánto la puerta se cerró, Peter me alejó de él - No puedes hacer esas cosas, me matas - dijo, pero no entendí nada, se explicó - No puedes entrar y decirme eso delante de la que será mi mujer mañana - agache la cabeza - No puedes hacerlo porque...

- Lo siento, de veras lo siento pero no podía dejar que te fueras porque esa loca te ha dicho que nadie aquí te quiere - acaricie su rostro y ronroneo.

-Dejame acabar, no puedes hacerlo, porque haría cualquier cosa que me pideras, sin importar nada más - agarró mi mano y la besó - No me iré, sería incapaz de irme y dejarte aquí sola con el loco de mí sobrino.

Sonreí por su comentario - ¿Y ella? - pregunté en un susurró.

- Te amo - fui su única respuesta, nada más sólo me miró.

- No puedes amar a dos personas a la vez - contesté yo, quería las cartas sobre la mesa y las quería ya.

-Solo te amo a ti, pero necesitaba saber que tú de verdad me quieres, que no sólo soy un capricho - acarició mi mano.

- No he corrido medio Beacon Hills porque seas un capricho- me acerqué a él - Lo he hecho porque me aterra estar lejos de ti, porque estas a punto de casarte con una bruja sin poderes y porque te amo tanto que duele.

Peter acuno mi rostro entre sus manos y me acerqué a él rodeando su cuello con mis manos - No me iré- dijo antes de estampar sus labios contra los míos, formando un necesitado beso que se había tardado mucho.

-¡Peter te dije que no la tocaras! - gritó Derek desde el piso superior, Peter se separó de mí pero junto nuestras frentes.

-Dime que no será siempre así- suspiró Peter.

-Espero que no, si no con cortarle las cuerdas vocales tengo suficiente - el ojiazul rió.

-Por esas cosas te amo - volvió a besarme.