045 Isaac Lahey

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Maratón 2/8

Una gran mancha blanca se desplazaba entre los altos árboles de la ciudad de Beacon Hills, corría velozmente, esquivando todo lo que estuviera a su alrededor con gracia y elegancia. Subió por una alta colina y aulló, aquella sensación de libertad le daba vida, su manada no le permitía ser libre y su alfa menos.

Tras pasar un claro volvió a hundirse en entre los árboles, esta vez más cansada por lo que su velocidad era menor, permitiendo así que oyera unos sollozos, paró de golpe y se escondió en unos arbustos, para observar de dónde procedía aquel sonido.

Un joven con rizos claros se encontraba llorando sobre las raíces de un árbol, con cautela se acercó a lo que creía que era un humano, pues su posición no le permitía ver con claridad.

El muchacho al oír el crujir del suelo alzó la mirada, sus ojos llorosos se abrieron rápidamente y pestañeó repetidas veces para asegurarse que no estaba alucinando. Un gran lobo se encontraba frente a él, blanco en su inmensidad a excepción de sus ojos que eran de un fuerte azul eléctrico, el animal agachó la cabeza para mostrarse pacífico y que no tenía intenciones de atacar.

-¿Eres un lobo? - el lobo aulló e Isaac lo entendió gracias a su lobo interior - Loba, perdón, soy Isaac.

Isaac con sus manos temblorosas por el llanto desconsolado de hace unos minutos y por el miedo hacia el lobo ante él, se acercó para tocar al blanco animal y esté ante su tacto ronroneo.

-Eres muy suave - sonrió - ¿Eres una loba o una mujer loba? - volvió a su posición anterior sintiéndose abrigado por las raíces del árbol y no es que tuviera frío pero su anterior llanto había dejado estragos en él.

No obtuvo respuesta, hasta que empezó a escuchar como los huesos de su acompañante crujían, el pelo desaparecía y una joven rubia aparecía en su lugar, Isaac enrojeció por la desnudez de la chica y rápidamente se quitó la larga sudadera y se la pasó a la joven que se dispuso a vestirse con ella, el rubio puso su mano en sus ojos para no incomodarla. Una vez estuvo cubierta, respiró el olor del chico, el olor de su cuerpo, no como hacían otros lobos pero aun así le gusto el varonil olor del ojiazul.

-Soy Claudia, y sí soy una mujer loba - el joven rubio se destapó los ojos - Mi manada vive al norte, a las afueras de la ciudad pero me gusta correr por el bosque.

-Eres impresionante - fue lo único que dijo - Eres la primera persona que conozco que puede transformarse completamente.

-En mi manada todos pueden, es más, quien no lo hace suele ser expulsado de esta - agachó la mirada al recordar a su amiga, transformada ahora en una omega.

-En la mía nadie puede - sonrió al pensar en sus patosos amigos.

-¿Tú también eres un hombre lobo? - él asintió.

-¿Olía demasiado a tristeza como para que no te dieras cuenta de ese detalle? - bromeó Isaac sintiéndose seguro en compañía de Claudia.

- No puedo oler, me refiero, en mi familia no tenemos ese don, por ejemplo puedo oler la comida y demás pero a la hora de oler la tristeza, el amor... a mi compañero - ambas miradas azuladas conectaron, Isaac aspiró el dulce olor que emanaba de la chica.

-¿Pues tú hueles muy bien? - sonrió de forma inocente Isaac, sin querer decirle que olía como los mismísimos ángeles y que le quería marcar con su olor.

-Gracias, pero no te encariñes con mi olor, no creo que nos volvamos a ver - dijo Claudia al escuchar de lejos a su alfa llamarla.

- Una pena, ya estaba planeando la luna de miel - ambos rieron - ahora en serio, ¿por qué no?

- Mi alfa es un poco...

-Ah, ¿eres su luna? - dijo con algo de decepción en su voz, aunque extrañado porque no sabía que pudieran tener más de un compañero.

-No lo sé, porque no he encontrado a mi mate, como no puedo olerlo.... - la chica agachó su mirada triste, pues ella en verdad quería encontrarlo - él es muy posesivo conmigo de todas formas - levantó los hombros - Me tengo que ir antes de que me encuentre.

Iba a salir corriendo pero Isaac le agarró la muñeca, dejando al menos un poco de su olor en la chica - Insisto, hueles muy bien - no lo entendió del todo, pero por alguna extraña razón había una complicidad que hizo que esas palabras significaran mucho para la joven.

One Shots ☯ Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora