One Shots ☯ Teen Wolf

37. Isaac Lahey* {CELO}

Maratón 4/6

Que Isaac Bombón Lahey, se este quedando en la misma casa donde yo duermo es muy duro sobre todo cuando quieres que te de por donde no brilla el sol.

-Mi hermano me mataría si tuviera algo con Isaac, bueno a mi y a él - le dije a Allisont.

- Derek no os haría daño, sois parte de su manada - habló con cariño mi amiga.

-Tía, el otro día lo vi después de ducharse, juró que estaba más mojada que él, ¿por qué tiene que estar tan bueno? - grité frustrada.

-Pues no lo sé- río mi amiga.

- Es que me dieron ganas de gritarle, hazme tuya en medio de pasillo, pero hazlo - ambas reímos por mi comentario.

-Estas muy salida - yo asenti.

- Él hace que yo este salida, si me diera lo que quiero que me de - puse cara de cachorrito.

-Piensa que dentro de poco le entra el celo, lo mismo tienes suerte y eres su pareja- levantó las cejas insinuando.

- No creo él es demasiado, Aaaah - hice como si gimiera.

Seguimos hablando de cuan erótico era Isaac y lo tímido que se mostraba, cuando se fue me quedé sola en el loft.

Decidí cambiarme de ropa y ponerme algo más fresco, vamos lencería, ya que los hombres lobo que vivían en mi casa se encontraban en una peligrosa misión.

Mi conjunto constaba de un camisón de encaje negro y un tanga del mismo color, yo estaba cómoda así.

Fui a la cocina a prepararme algo de comer, mi móvil vibró, pero no me dio tiempo a verlo porque la puerta del loft fue abierta.

-¿Hay alguien ahí? - pregunté cuando salí de la cocina con mis garras fuera, vi la silueta de Isaac, estaba de espaldas, guarde las garras -¿Qué ha pasado cachorro?

Cuando se giró pude ver sus ojos amarillos, estaba fuera de control - Eh, relajate, no voy a hacerte daño - Me posicione en frente suya tocando su brazo, pero su mirada iba hacía otro sitio, cuando seguí su vista, me di cuenta que miraba mis pezones erectos por el frío - Veo que estas en otra cosas - me puse roja.

-Mía- susurró, mierda se me había olvidado el celo, acaba de llegarle, pero... ¿yo?, ¿suya?, ¿yo era su mate?

-Isaac, ¿de quién soy? - pregunté, pero ni obtuve otra respuesta que sus labios devorando los míos.

Me cargó en brazos, él notó que mi trasero estaba desnudo y lo apretó, y yo noté que el lobito ya estaba bastante duro, empecé a frotar los sexos de ambos, iba a disfrutar este momento.

-A mi habitación tiene pestillo - pero me ignoró y fue a la suya, estaba totalmente bajo el control del lobo.

Me tiró a la cama con cuidado y se quitó toda la ropa, toda, toda, se quedó como su madre lo trajo al mundo, perfecto.

-Recuerdame que te pida más a menudo quitarte la ropa - reí, pero paré cuando con una de sus garras rompió mi camisón- Era nuevo imbécil- sólo gruño.

Mi tanga iba a hacer lo mismo pero lo paré, me lo quite yo - Ahora sé todo lo brusco que quieras - dije y abrí mis piernas para que se colocara.

Ambos estábamos más que preparados para recibir al otro, así que entró de una sola vez, sus embestidas eran rudas y llevaban un ritmo rápido que me hacían decir burradas - Isaac follame duro - grité.

Él sólo gruñia y clavaba sus garras en el colchón, le agarré el cuello y lo pegué a mi para besarlo, no quería perder la oportunidad.

Tras unas embestidas más, ambos nos corrimos, Isaac mordió mi cuello, haciéndome suya, salió un poco de sangre pero lo normal, salió de mí y mi intimidad echó en falta la presión que hacía su miembro.

Me cogió por la cintura y nos puso en forma de cucharita, aunque no dormiriamos mucho, porque en cuanto su lobo despertase, habría otra vez sexo del duro.

-Mía, sólo mía - susurró antes de dormirse.