105. Peter Hale

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OS 84

Me despierto de nuevo envuelta en unas sábanas que no son las mías y con el olor de alguien que horas antes me había curado físicamente, para después herirme sentimentalmente - Hola - la voz susurrada de Malia llegó a mis oídos, llamando mi atención.

-Hey - me escocía levemente la garganta por los gritos tanto del bus, como los que pegué después en ese mismo cuarto.

-¿Cómo estás? - se acercó a la cama y se sentó en el filo de esta. La opción de mentirle no estaba entre mis posibilidades, así que solté la verdad rememorando la noche anterior - Mi tío es gilipo...

-Esa boca Malia - la voz masculina de Peter erizó todo mi vello corporal, era también susurrada lo que hacía que fuera más grave - ¿Cómo estás Miri?

-Lista para irme a mi casa, Malia me acompañara - intenté hablar de forma seca, el resultado fue incluso más borde de lo esperado, cosa que tampoco me disgustó.

-Puedes quedarte y desayunar algo, llevas muchas horas sin comer - el tono de Peter era suave, en otra ocasión me hubiera parecido tierno, pero tras la conversación de ayer su tono dulce hacia mi persona me parecía falso y me enervaba.

-No te molestes, Malia me ayudará si es necesario, ¿nos vamos? - dije mirando a mi amiga que escuchaba la conversación callada.

-Sí, voy, llamaré a Scott se quedó preocupado por la noche, ya lo conoces - le sonreí afirmando y me levanté de la cama con la mirada del Hale mayor puesta en mi.

-¿Estás enfadada? - reí sin gracia y me giré para encararlo, su postura despreocupada, apoyado en la pared solo incrementaba mi enfado.

-No, ¿o lo chillo?, aunque quizás tampoco lo escuches todos mis chillidos de anoche - alcé una ceja y aunque estaba enfadada, también estaba destrozada y no quería discutir.

-Pensaba que necesitabas estar sola - se encogió de hombros y mantuvo su expresión.

-¿Por qué viniste anoche?, ¿para que fueste a recogerme del bus? - me callé y pensé las siguientes palabras, él bajó la mirada al suelo - podías haberme dejado allí, podías no haber ido y quedarte tranquilo aquí como siempre...

-Como siempre no, no cuando se trata de ti - me paró y se acercó a mí algo enfadado - Cuando se ha tratado de tu salud, de tu seguridad nunca me he quedado quieto esperando - declaró apuntando el suelo.

-Has esperado toda una noche mientras yo lloraba, Peter déjalo, no quiero discutir - no era mentira, pero la realidad es que las palabras del mayor se repetían en mi cabeza como una pequeña luz esperanzadora que me decía que lo de anoche no era tan solo una reflexión.

-Miri, Scott dice que te espera en casa que quiere hablar contigo - asentí y me giré a Peter, su rostro ya no estaba impasible, es más incluso podía ver algo de culpabilidad y tristeza en él.

-Vale, nos vamos, Peter tranquilo, mi seguridad y mi salud ya no estarán más a tu cargo - sonreí tristemente y salí de la habitación.

Al llegar a mi casa Scott se acercó hecho una fiera y gritando me preguntó - ¿Pensabas decirme Peter es tu ancla?

-¿No? - dije con sinceridad, en este tiempo con Hale, se me había pegado ciertas formas suyas.

-Soy tu alfa, debía saberlo, ¿y si te hubiese pasado algo y lo necesitabas? - movía rápido sus brazos, Malia lo miraba enternecida y yo algo enfadada.

-Eres mi alfa pero no mi padre y aún así para eso está Peter - estaba, me reprendí mentalmente - y además Malia lo sabía.

-¿Tú también?, osea que lo sabían todos menos yo... - frustrado se estiró de los pelos.

-Scott estás haciendo una montaña de un grano de arena, solo lo sabíamos Peter y yo, no hacía falta implicar a nadie más - le explicaba Malia, el sonido del teléfono en el interior de mi casa llamó mi atención, de lejos escuché a mi madre descolgando la llamada.

-¿Diga? - el otro lado de la llamada no podía escucharlo - Miri no ha llegado aún no, ¿le dejó un recado? - tras un silencio volvió a hablar - le diré que Derek Hale le ha llamado, nada.

-¿Derek? - susurré en voz alta.

-¿Qué le pasa a mi primo? - dijo Malia parando la conversación con Scott. Giré mi cuerpo y como si algo superior a mi mandara, empecé a correr, deshaciendo los pasos que anteriormente había realizado.

Podía escuchar a Malia corriendo tras mi y llamándome, pero yo ya no controlaba mi cuerpo, mi instinto animal pedía que corriera, que llegase lo más pronto a donde se encontraba él.

Una vez en la puerta del edificio llamé al timbre, el cual tras decir quién era abrió la puerta, subí corriendo las escaleras, con el pulso ya acelerado, sumado a eso una presión en el pecho que no se fue hasta que al entrar en el loft vi a Peter tirado en el suelo, con su sobrino encima inmovilizando el cuerpo del mayor - Peter - dije para que me mirara, en ese momento el forcejeo cesó y Derek se apartó.

Corrí junto a él y me abracé a su cuerpo, permitiéndonos a ambos aspirar el aroma del contrario, calmando la presión en mi pecho que pensaba que había desaparecido al entrar y relajando al lobo que tenía entre mis brazos - Pequeña - sus brazos rodearon mi cintura y me apretó contra su cuerpo.

-Estoy aquí, he vuelto - jugaba con los pelos en su nuca, en forma de masaje, recibí el agradecimiento del lobo en forma de ronroneo.

-Lo siento - dijo un vez se había relajado del todo - No se me da bien hablar - reí pero ahora reí tranquila, de forma suave e incluso reconfortante.

-Ya me he dado cuenta, la próxima vez solo no intentes destruir el loft de tu sobrino - acaricié su mejilla, cuando pasé por sus labios depositó un beso en mi mano delicadamente.

-Eres mi ancla, tenías razón anoche - fue su turno de repartir caricias por mi rostro.

-Lo sé, bueno lo sé ahora, me hubiera bien haberlo sabido anoche - un boom susurrado se escuchó a lo lejos, se nos había olvidado que seguíamos olvidado en mitad del salón de la casa de Derek.

-Lo siento - dijo avergonzada Malia cuando ambos la miramos mal, Peter me alejó de su cuerpo y se levantó del suelo, ayudandome luego a mi a hacer lo mismo.

-Me importas mucho, de verdad, y lamento haber sido un insensible anoche pero contigo me siento vulnerable y cuando ayer te encontré así en el bus, me asuste, me dio miedo lo que empezaba a sentir por ti - volvió a acercarse a mí, sonreí ante sus palabras.

-Te quiero - susurré sonriendo.

-Yo también - susurró para luego besar mis labios de forma delicada, unos aplausos volvieron a interrumpir el momento, esta vez eran ambos.

-Vivan los novios - gritó Malia, llevándose una mirada reprobatoria nuestra - esta vez no lo siento.

One Shots ☯ Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora