Femir (No hay Emir sin Feriha)

Momentos claves - Parte I

Emir y Feriha estaban pasando una tarde a solas viendo una película romántica. Al terminar siguieron recordando la evolución de sus hijos.

A los dos años Ahmet y Hakan ya podían comunicarse y expresarse más por la palabra que por el comportamiento. Sabían identificar y hablar el nombre de decenas de artículos que ven todos los días, incluyendo los objetos de la casa, los animales comunes en la vecindad, las personas alrededor, los colores y contar hasta diez. También ya usaban los sentidos (tacto, olfato, etc.). Y empezaron a ir a la escuela.

A los tres años ya podían entender todo lo que sus padres decían, hacían muchas preguntas del tipo "qué", "quién" y principalmente "por qué". Desde esa edad aman dibujar, caminar en parques, saltar, correr, viajar, jugar al fútbol.

A los cuatro años Emir y Feriha los colocaron para hacer algunas actividades físicas y ellos eligieron baloncesto y natación (se parecen a su hermoso papá), jugaban, cogían y driblaban una bola con facilidad. Ya sabían vestirse y comer solos, peinaban los cabellos, saltaba pequeños obstáculos con facilidad. Inventaban palabras, conocían las letras del alfabeto, hablaban fluidamente, con frases completas, distinguían el hoy, el ayer y el mañana, comprendían rutinas, etc. Tenían amigos imaginarios. Amaban jugar a hacer de cuenta, fingiendo ser Emir y el tío Sarp en Hills (algo que particularmente dejaba Ünal feliz) o ser policías como los tíos Sarp y Umut.
La imaginación de ellos a esa edad fue una de las cosas más increíbles de observar, era un flujo tan veloz, que Emir y Feriha tenía dificultad para acompañar. Creaban historias para justificar algún traquinaje. Tenían una curiosidad tan grande como su imaginación.
Feriha y Emir incentivaban el proceso de conocimiento y la explotación de lo nuevo, de manera sana, siempre mostrando lo que es correcto y lo que es incorrecto.

Hace una semana que había sido el cumpleaños de cinco años de Ahmet y Hakan, Feriha y Emir hicieron una hermosa fiesta y como en todos sus cumpleaños escribieron un hermoso mensaje para los hijos. Los gemelos eran dos niños extremadamente amables con sus familiares, amigos y principalmente con sus padres.
Ahmet y Hakan ya consiguen escribir algunas palabras y frases. Saben el nombre completo, la edad, la dirección y la fecha de nacimiento. Ya logran distinguir lo que es real e imaginario. Tienen imaginación y creatividad enormes. A ellos les gusta hacer las cosas a su modo, pero también quieren agradar a sus padres y hacer las cosas bien.

Emir: amor como el tiempo pasó rápido, nuestros hijos ya tienen cinco años - habló mirando a Feriha en los ojos y con una sonrisa maravillosa.
Feriha: desde que aclaramos el mal entendido sobre el Night, hemos logrado lo nuestro - dijo dándole un dulce beso en los labios de Emir.
Emir: verdad, en esos cinco años he sido tan feliz como nunca imaginé ser posible.
Feriha: contigo todos los días del calendario son San Valentín.
Emir: amor, los niños van a dormir con mi madre hoy, ¿verdad?
Feriha: sí, ¿por qué?
Emir: ¿y si empezamos a entrenar para hacer una hermanita para ellos? - dijo avanzando sobre Feriha.
Feriha: Emir... después... - dando una leve tapa en el brazo de Emir, y cayendo en la carcajada.
Emir: ¿qué fue?
Feriha: recordé cuando Ahmet y Hakan nos preguntaron... Emir entendió de qué se trataba y cayó en la carcajada acompañando a Feriha que ya estaba doliendo la barriga de tanto reír.