Femir (No hay Emir sin Feriha)

Antojo, celos y otras cositas

Nihal estaba algo más de cinco meses de embarazo, era un poco después de medianoche, llovía fuerte y ella despertó cuando escuchó el estruendo de un trueno que resonó en la noche oscura, ella de inmediato se acurrucó entre los maravillosos brazos de Sarp que dormía tranquilamente, ella se quedó observando la luminosidad intensa de los relámpagos que temblaba invadiendo la habitación por el balcón. Nihal comenzó a sentir un deseo repentino muy fuerte de comer tomates con chocolate, ella bajó las escaleras fue hasta la heladera y para su frustración había chocolate pero faltaba los tomates. Ella regresó a la habitación, intentó dormir pero su bebé no paraba de moverse en la barriga, parecía que estaba desesperado que su madre cumpliera ese antojo. Nihal miró a Sarp que dormía igual un bebé e intentó controlarse pero necesitaba despertarlo, o su hijo iba a nacer antes del tiempo de tanto patear su barriga.

Nihal: Sarp, cariño, despierta... - habló dando besos en sus mejillas para ver si así él no se enfadaría de ella lo despertar aquella hora de la madrugada para ir a comprar tomates se sabe allá adonde.
Sarp: humm - aún inconsciente por el sueño.
Nihal: mi vida, despierta - habló un poco más alto lo sacudiendo.
Sarp: ¿qué fue, cariño? ¿Alguna cosa con nuestro hijo? - preguntó pasando sus manos en sua ojos, tratando de vencer el sueño.

Nihal: necesito comer tomates con chocolate.
Sarp: ¿y por qué ya no fue a comer? - habló bostezando y volviendo a dormir.
Nihal: mi todo, yo ya fui en la cocina y no tiene tomates, tienes que ir a comprármelos.
Sarp: ¿qué? - él no creía lo que estaba oyendo... miró a Nihal que hacía una carita de súplica con los ojos brillantes de deseo y Sarp no puede resistir - está bien Nihal, ¿qué no hago por ti?