Femir (No hay Emir sin Feriha)

Hipnotizada por tus ojos

Emir quedó loco de deseo, quiso abrazarla y besarla pero se contuvo, necesitaba tener paciencia hasta que ella estuviera lista para algo romántico. Él sonrió y Feriha se dio cuenta de lo que se trataba.
Feriha: oh, lo siento, fue lo que encontré primero, había vestido para después buscar mi ropa.
Emir: no tienes por qué disculparte, te ves tan hermosa - habló mirándola de manera penetrante desde la cabeza a los pies y Feriha se sonrojó completamente - luego te muestro - dijo aún hipnotizado.

Feriha: está bien, muchas gracias - "ay, esa mirada me quita el suelo" pensó sintiendo palpitaciones.
Emir: vamos, nuestro almuerzo llegó, está en la mesa del jardín.
Feriha: pero quería arreglarme antes del almuerzo - dijo a punto de tener una crisis nerviosa.
Emir: ven, después te mostraré en qué parte del closet se ponem tus ropas - habló fingiendo inocencia, "se queda tan linda cuando te dejo nerviosa, cariño" pensó sonriendo internamente.
Feriha: está bien.

Los dos bajaron y se fueron al jardín, cuando Feriha entró en aquel espacio acogedor, sintió una sensación buena, respiró hondo y habló:
Feriha: amé el jardín, es lindo y muy tranquilo.
Emir: ven, necesitamos comer - habló tirando de la silla para ella sentar, "ay como es caballero" Feriha sonrió con ese pensamiento.
Feriha: es muy amable de tu parte.
Emir: ojalá te guste el almuerzo - "¿cómo voy a resistirla?, nunca imaginé que me quedaría tan excitado al verla vistiendo una camisa mía" pensó agradeciendo mentalmente por estar sentando, no quería que Feriha pensara que él era un pervertido que no podía controlarse.
Los dos almorzaron, Emir seguía mirando con amor y pasión y con una leve pizca de deseo mientras Feriha desviaba la mirada de manera tímida, Emir pensó que era gracioso porque aquella situación lo recordó cuando la conoció... ella estaba actuando exactamente igual... lo estaba dejando loco, él se sentía instigado a reconquistarla y eso sonaba demasiado provocador para él, al final no era de huir de un desafío, sobre todo tratándose de la reconquista del amor de su pequeña.