Celos

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Ahmet y Hakan ya estaban con seis meses. Emir estaba a casi ese mismo tiempo resolviendo algo que surgió poco después del nacimiento de los niños.
Estaba en el paso de finalización y el problema empezó a exacto una semana cuando fue difícil mantener el secreto pues, Emir tuvo que participar más activamente en los últimos detalles, lo que no pasó desapercibido por Feriha.
Emir por otro lado, percibió que en esa última semana en que él necesitó dedicarse más activamente al asunto que estaba resolviendo, Feriha comenzó a actuar de manera misteriosa, él sabía que estaba pasando algo.
Así que ambos andaban misteriosos y esquivando el uno del otro. Sabían que no tenía sentido desconfiar pues, estaban seguros cuánto eran amados uno por el otro pero qué explicaría llamadas misteriosas, salidas sin decir adónde iría, principalmente por parte de Emir.

Era una mañana hermosa, Emir y Feriha estaban tomando el desayuno y mirándose fijamente el uno al otro de forma extraña, ya no podían ocultar los celos, aunque decían que ya habían pasado por mucho para sentir celos, en determinadas situaciones los celos eran mayor que la razón.

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El celular de Emir empezó a tocar y él no atendió, esa situación fue el estopim

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El celular de Emir empezó a tocar y él no atendió, esa situación fue el estopim.
Feriha: muy bien, es la última gota. Emir, me dice ahora lo que me esconde. No me mientas, sé que me oculta algo - dijo muy molesta.
Emir: ¿por qué está diciendo eso, Feriha?
Feriha: ¿en serio, Emir? - dijo con una mano cerrada dando ligeros golpes en la mesa.
Emir: ¿no tengo bola de cristal, Feriha?
Feriha: mmmm, gracioso... Emir, estoy hablando de esas llamadas que no atiende delante de mí, y que coincidentemente cuando suceden, usted sale de casa y siempre se esquiva de decir a donde va, cuando pregunto dice que es cosa del trabajo - dijo con rabia.
Emir: ¿celosa?, sabes que no tienes motivos. Son cosas de trabajo.
Feriha: Emir...
Emir: está bien, es un nuevo proyecto más no puedo decir nada por ahora. Por favor no insista.
Feriha: sé... ¿por qué no puedo saberlo?
Emir: mmmm - con una expresión de "lo que voy a decir ahora".
Feriha: está bien, sé que no se trata de una mujer y confío en ti - en ese momento recordaron cuando ella le dijo eso en otra ocasión y todo lo que sucedió después, Feriha suspiró.
Emir: Feriha, no quede así, nada parecido sucederá de nuevo, te lo prometo.
Feriha: está bien...
Emir entonces aprovechó el momento para preguntar lo que tanto le molestaba.
Emir: ¿y entonces?... ¿no vas a contarme nada?
Feriha: ¿qué?
Emir: ¿no tiene nada para mí contar? Feriha: ¿sobre?
Emir: ¿piensa que tampoco me di cuenta de que a veces usted recibe llamadas y no atiende frente a mí? Y que algunas veces después de estas llamadas salió sin explicar el derecho a dónde iría.
Feriha: ¿celoso, Emir? - ella quiso repetir la respuesta que le dio hacía unos minutos.
Emir: mmmm... ¿debería? - molesto. Feriha: ¡claro que no!
Emir: ¿entonces me puede explicar? Feriha: mmmm... es algo que no puedo decir por el momento.
Emir: ¿en serio?, me va a decir sólo eso? - levantándose de la mesa, si hubiera un aparato capaz de medir celos con certeza, sobrepasaría cualquier límite imaginable.
Feriha: amor... no queda así... por favor... - levantando y abrazandolo, al principio no correspondió más acabó abrazándola.
Emir: Feriha, sólo quería que me pudiera explicar.
Feriha: amor, voy a explicar en el momento adecuado, confía en mí, eres el único en mi vida lo sabe.
Emir: está bien.
Resolvieron parar la discusión pues, sabían que sólo empeoraron las cosas. Emir tenía una certeza, Feriha le escondía algo y lo descubriría. Ella también tenía la misma certeza en relación a él.

Dieron un beso en la mejilla uno del otro y fueron a dejar a los niños con tía Füsun, Emir pasó para dejar Feriha en el hotel donde ella se quedaría por unas dos horas y luego seguiría hacia el Hills.
Feriha: amor, no necesita enviar a alguien para llevarme en casa, Nihal va a salir temprano y iremos al departamento juntas, así que aprovecho el resto del día para visitar a tía Füsun y mis padres, te espero allí
Emir: mmmm, está bien.
Feriha: nos vemos.
Emir: nos vemos.
Querían poder besarse y decir cuánto se amaban pero ninguno de los dos daba el primer paso, para cada uno está tratando de tener paciencia para entender las actitudes misteriosas el uno del otro ya era demasiado y sólo lo hacían porque no querían malinterpretar el uno al otro.

Emir logró terminar temprano y resolvió hacer una sorpresa para Feriha, yendo a buscarla él mismo para ir juntos a ver a tía Füsun y los padres de Feriha. Necesitaba acabar con cualquier clima entre ellos. Cuando Emir estacionó el coche en el estacionamiento del hotel vio por el espejo retroviso que Feriha estaba saliendo con un hombre desconocido.

 Cuando Emir estacionó el coche en el estacionamiento del hotel vio por el espejo retroviso que Feriha estaba saliendo con un hombre desconocido

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Emir usó toda la razón que aún le quedaba para controlar los celos y no avanzar en el hombre y matarlo con sus propias manos.
Resolvió salir de allí y seguir a Hills, necesita calmar para enfrentar a Feriha, ella tenía mucho que explicar. Emir llamaba a Feriha y sólo oía su buzón de voz. Así que comenzó a arrepentirse de no haber seguido el coche en que Feriha estaba.

Feriha antes de volver a casa, decidió hacer una sorpresa para Emir pues, no podía estar molesta con él ni por un segundo y aunque todo pareciera extraño ella sabía que habría alguna explicación para la forma en que estaba actuando, entonces pidió que Nihal la dejara en el Hills.
Cuando ella llegaba a Hills, vio que Emir estaba saliendo con una mujer, conversando sobre algo que ella no logró entender bien, sólo se fijó que Emir tenía esa hermosa y maravillosa sonrisa que él decía ser sólo de ella.

Feriha se escondió y los siguió hasta el estacionamiento, vio que salieron juntos, respiró profundamente e intentó en vano controlar los celos

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Feriha se escondió y los siguió hasta el estacionamiento, vio que salieron juntos, respiró profundamente e intentó en vano controlar los celos. Corrió para pedir un taxi pero no había nada disponible por lo que no pudo seguir a Emir para descubrir lo que pasaba.
Ella llamó al móvil de Emir pero estaba cerrado. Entonces resolvió pasar luego por los niños e ir a casa, necesitaba calmarse para enfrentar a Emir y nada mejor que sus dos preciosos hijos para darle la fuerza que necesita para no perder la razón.

Femir (No hay Emir sin Feriha)Onde histórias criam vida. Descubra agora