140) Regreso inesperado

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Emir y Sarp seguían muy alterados, para ellos cada minuto sin saber dónde estaban sus esposas parecía un siglo.
Kan: ¡chicos, ya cálmense por favor!, y cuéntenme qué pasó.

Así que ambos reportaron todo desde el momento en que fueron despertados de esa manera inusual.

A medida que los oía Kan empezó a comprender lo que había sucedido.

Emir: habla pronto, Kan - le ordenó sin paciencia, sacándolo de sus pensamientos.
Sarp: oye, sé que tienes algo que decir - contestó arqueando una ceja.
Kan: muy bien, se los haré saber - contestó atento al teléfono, necesitaba hablar con las chicas.
Emir y Sarp: ¿Kan? - vociferaron mirándolo con serenidad y el rubio vio que era mejor decirles todo.

Emir: ¿cómo es posible?, no sé cómo pudiste ser tan irresponsable, Kan.
Sarp: sabes en qué problema nos has metido, ¿verdad?
Emir: ahora vas a explicar todo esto a las chicas.
Kan: está bien, realmente lo siento, voy a explicarles todo, pero no podía saber que resultaría en todo este lío.

Kan: está bien, realmente lo siento, voy a explicarles todo, pero no podía saber que resultaría en todo este lío

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Emir: primero tenemos que encontrarlas - se pasó la mano por la cabeza, como para arrancarse el nerviosismo.
Sarp: sus móbiles están apagados - y al igual que su hermano se pasó las manos por la cabeza y respiró un par de veces.

 Sarp: sus móbiles están apagados - y al igual que su hermano se pasó las manos por la cabeza y respiró un par de veces

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Kan: yo sé donde están...
Sarp: ¿cómo?
Emir: ¿qué?
Kan: ¿puedo acabar lo que estaba diciendo? - ellos asintieron con la cabeza - vinieron a verme, me pareció extraño, me di cuenta que algo raro definitivamente estaba sucediendo, pero viéndolas de esa manera no cuestioné, sólo traté de ayudarlas, dijeron que necesitaban un momento para pensar en algo y me hicieron prometer que no le diría a nadie adónde irían, sólo en caso de que los niños las necesitaran yo les informaría - dijo tomando las llaves del auto y dirigiéndose hacia la salida mientras que los chicos lo seguían escuchándolo atentamente.
Sarp: también iremos.
Kan: no pueden irse, prometí que no se los diría.
Emir: ¿te das cuenta de lo que nos estás pidiendo?
Kan: oye, será mejor que esperéis aquí, chicos.

En ese mismo momento, Emir y Sarp recibieron mensajes de sus esposas pidiéndoles encontrarse en el Hills.

Cuando llegaron a Hills fueron directo a la oficina.
Feriha: Emir.
Nihal: Sarp.
Lo dijeron al mismo tiempo cuando los vieron llegar.

Femir (No hay Emir sin Feriha)Onde histórias criam vida. Descubra agora