Femir (No hay Emir sin Feriha)

134) El juego del destino

Tía Füsun: hijos, les pedí que vinieran hoy porque me gustaría decirles algo - dijo, un poco apenada.
Sarp: mamá, ¿qué pasa? - preguntó preocupado - nunca te he visto de ese modo, con miedo de decir algo.
Emir: mamá, ¿por qué tienes miedo de decirnos algo?, por favor, lo que sea, di lo que sea... tan sólo hazlo - suplicó, demasiado preocupado.
Umut: ¿puede alguien decirnos qué está pasando?, ¿mamá... por favor? - preguntó, empezando a desesperarse.
Las chicas prefirieron no interferir en la conversación, estaban allí únicamente para intervenir en caso de necesidad, esa debería ser una conversación entre madre e hijos.

Tía Füsun: bueno, han pasado más de dos meses desde que fui al mercado orgánico con Zehra, y allí nos encontramos con un amigo suyo, el señor Orhan - los tres la miraron sín comprender - nos hicimos amigos y... - en ese momento los tres fruncieron el ceño sin creer lo que su madre estaba a punto de decirles - pasó el tiempo y nos conocimos mejor - los tres se miraron incrédulos - salimos solo un par de veces, pero cada una de ellas fue increíble - murmuró avergonzada mientras los chicos la miraron con ojos desencajados - cuando me pidió que me casara con él no supe qué decir... al principio no quería aceptar lo que sentía pero después vi que no tenía sentido y acepté, y pidió hablar con ustedes para pedir mi mano.
Sarp: ¿cómo dices? - preguntó alterado, poniéndose en pie y comenzando a caminar de un lado a otro.
Emir: ay no... mamá, tiene que estar bromeando, ¿verdad? - dijo sonriendo sin gracia.
Umut: no puedo creerlo - dijo nervioso, cuando al final se dio cuenta que se trataba de algo serio.
Tia Füsun: hijos, no lo juzguen sin conocerlo.
Emir: ¿y por qué no vino a hablar con nosotros?
Sarp: de hecho, ¿por qué usarte como escudo?
Umut: ¿no tiene el valor de enfrentarse a nosotros?
Tía Füsun: los tres, por favor, ya basta... sé que os preocupáis por mí, cada uno a su manera, y todos tenéis vuestro punto de vista sobre esto... y os lo agradezco, de verdad - intentó hacerlos raciocinar -pero he tomado una decisión y espero que me apoyen - tomó un gran respiro y agregó - cuando lo conozcan verán que es una persona maravillosa, pueden quedarse despreocupados.
Emir: ¡ah, qué maravilla, mamá! - exclamó sarcástico - quiero conocerlo.
Sarp: ¿qué?, mamá tenemos que conocerlo primero.
Umut: si no lo aprobamos, no habrá boda.
Tía Füsun: no puedo creerlo, ¿qué va a ser de mis nietas?, ¿podrán siquiera mirar a algún chico? - dijo yendo hacia la cocina.

Las chicas llamaron a los tres, al balcón del apartamento para tratar de calmarlos.
Feriha: oye, ¿qué significa eso?
Nihal: ¿tenían que actuar así?
Eylem: ¿no cree que se están pasando?
Emir se pasó la mano un par de veces por el pelo mirando al suelo, Sarp metió las manos en los bolsillos del pantalón mientras miraba hacia el balcón y Umut pasó la mano en la barbilla mirando de soslayo a sus hermanos.
Emir: sólo estamos cuidando a nuestra madre.
Sarp: no podemos permitir que alguien la haga sufrir.
Umut: mamá es muy bondadosa para ver maldad en alguien.
Emir: si está interesado en en nuestra madre, hay que saber más sobre él.
Sarp: lamentablemente, hay personas crueles disfrazadas de buenas personas.
Umut: veremos si merece nuestra confianza.