Femir (No hay Emir sin Feriha)

Momentos claves - Parte II

La noche salieron a cenar en un restaurante a la orilla del mar, después caminaron abrazados y con los pies descalzos en la arena mientras intercambiaban besos, caricias y juramentos de amor:
Feriha: el primer beso nos unió para siempre y cada vez que te beso nuevamente se enciende el universo y renueva nuestro amor - dijo dando un beso con mucha pasión en Emir que sólo pararon cuando el aire se hizo necesario.
Emir: eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Mil veces que pudiera vivir y mil veces repetiría la misma historia de amor contigo - dijo y dió beso en el cuello de Feriha.

Feriha: cuando miro tus ojos me tiemblan las piernas, me da un vuelco el corazón, se me agita la respiración… ¿será porque te quiero mucho? - habló un poco avergonzada.
Emir: me gusta sentir los latidos de tu corazón, me gusta empaparme con tu sudor, me gusta respirar el aire de tu boca, me gusta el perfume de tu piel. Me gustas tú… - dijo Emir besando Feriha con deseo y pasión, pudo ver en sus ojos el mismo deseo que sentía él, quería hacerla suya allí mismo y lo deseaba tanto, si no fuera por algunos espectadores él no se habría controlado.
Feriha: no quiero que pares - se apretó contra él, estaba temblando.
Emir: no vuelvas a mencinar o no lograré controlarme - dijo jadeante.

Los dos estaban con las respiraciones cortas y rápidas.
Emir: Feriha, vamos? - dijo con una sonrisa coqueta.
Feriha: vamos amor - dijo ya tirando a Emir de la mano.
Entraron en el coche y Emir salió conduciendo lo más rápido que podía, a pequeña distancia entre la playa y la casa de ellos se hizo una eternidad. Cuando finalmente bajaron del coche comenzaron a besar con desesperación y pasión, estaban con tanto deseo de entregarse que no se importaron si algún vecino los estaba viendo, siguieron caminando hasta la puerta principal de la casa mientras se besaban, hasta que finalmente Emir alcanzó abrir la puerta, mientras seguían hasta la habitación se fueron deshaciendo de cada prenda que se iban a quedar por la sala, escalera y pasillo de las habitaciones, cuando finalmente llegaron a la cama, hicieron el amor una y otra vez, estaban agotados y acabaron durmiendo.