137) Veinticuatro horas

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Después de un momento en el cual Emir le hizo el amor tan tiernamente y con intensa pasión, Feriha se sintió plenamente saciada.
Ella cerró los ojos en la intención de tomar una siesta pero pronto se quedó confundida cuando lo sintió moverse en su interior, «¿no era demasiado pronto?, ¿realmente, Emir no le daría unos minutos de descanso?» se preguntaba aún sorprendida y luego tuvo la respuesta cuando se percató que él estaba creciendo dentro de ella.
Emir: tengo la intención de aprovechar cada segundo que pueda - susurró en su oído con voz ronca mientras ella sintió un escalofrío recorrer su médula.
Cuando él la besó en el cuello, ella suspiró y se derritió, y él comenzó a besarla con un beso que la hizo olvidar el tiempo y el espacio.
Feriha pensaba que estuviera saciada, pero inmediatamente un intenso deseo la invadió, sintió que su deseo también iba en aumento a medida que Emir se movía a un ritmo frenético, y tras una placentera danza de cuerpos llegaron juntos al clímax.
Emir: amor, ¿estás bien? - preguntó con voz tierna y enseguida la cubrió con una fina sabana.
Feriha: estoy bien, solo necesito unos minutos - dijo y se cubrió todavía más con la sabana.
Emir: cariño, descansa, voy a preparar nuestro almuerzo - dijo mientras dibujaba con sus dedos la delicada línea de su mandíbula.
Feriha: está bien - susurró ya casi dormida

Veinticuatro horas después...

Emir dormía después de un momento ardiente y apasionado, un suave viento acariciaba su rostro y aquella sensación le hizo escapar una leve sonrisa, empezó a abrir los ojos lentamente hasta encontrarse a una Feriha plácidamente dormida.
Él ya estaba despierto mientras la veía dormir por un par de minutos, acariciaba su suave rostro con una mirada tierna y una gran sonrisa, ella tenía su cabello desordenado, respiraba pausadamente, se veía tan hermosa que él deseo estar en ese momento por siempre.
Perderá la cuenta del número de veces que habían hecho el amor en las últimas veinticuatro horas.
Se preguntó cómo era posible sentir tanto amor y deseo por alguien, cómo era posible que todas las veces que la hacía suya, la deseaba más y más.
Duró mirándola un gran rato hasta que su pequeña entreabrió lentamente los ojos.

Duró mirándola un gran rato hasta que su pequeña entreabrió lentamente los ojos

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Feriha: ¿por qué me miras así? - balbuceó arrastrando las palabras

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Feriha: ¿por qué me miras así? - balbuceó arrastrando las palabras.
Emir: ¿así cómo? - preguntó él con una sonrisa traviesa.
Feriha: Emir, no te hagas el inocente - dijo en tono de reproche.
Emir: no es nada, cariño - ella lo interrogó con la mirada, arrugando el entrecejo, sabía que su guapísimo esposo estaba escondiendo algo - no tenemos que irnos ahora.
Feriha: ¿qué? - cerró los ojos un momento y se restregó la cara con las manos.
Emir: oye, te lo advierto que no soy el culpable, mi hermanito pidió que envíen los documentos para que ustedes firmen en el aeropuerto.
Feriha: ah, ya veo...
Emir: ¿qué?, ¿no te gustó la idea? - se burló él fingiendo indignación mientras ella intentó fingir que estaba enojada, pero su cara la delataba.
Feriha: a-así es... - dijo soltando una pequeña risita.
Emir: tu cuerpo te está diciendo otra cosa - dijo, poniéndose encima de ella.

Femir (No hay Emir sin Feriha)Onde histórias criam vida. Descubra agora