Sinopsis:
Después del ultimátum que Feriha Sarrafoğlu dio a Emir Sarrafoğlu, ella resolvió ir a vivir un tiempo con su prima Nihal Ziyagil que actualmente vivía con una tía de ambas y que Feriha aún no conocía. La madre de Nihal era hermana de Zehra...
Al día siguiente por la noche, hubo una gran fiesta en el Hills en la que Emir y Sarp fueron los anfitriones.
La fiesta terminó al romper el alba y como sus esposas e hijos no estaban en casa, Emir y Sarp durmieron en el hotel en el que estaba el Hills. Umut, Koray y Levent salieron temprano y fueron a sus casas.
Feriha y Nihal, después de algunas llamadas no atendidas por sus esposos, se enteraron a través de Umut que ambos habían dormido en el hotel y entonces decidieron ir directamente al hotel.
Unal: hola chicas, buen día - saludó, yendo hacia ellas cuando las vio pasar por el vestíbulo. Feriha y Nihal: hola señor Unal, buenos días. Unal: ¿pasó algo?, pensé que todavía estaban en Ankara. Feriha: regresamos antes de lo previsto, vinimos directamente del aeropuerto - explicó. Nihal: los chicos han dormido aquí y preferimos venir a desayunar con ellos. Unal: estoy seguro de que la sorpresa les encantará - ambas sonrieron. Feriha y Nihal: con su permiso - dijeron muy entusiasmadas.
Las dos confirmaron en la recepción que Emir y Sarp habían dormido en la suite presidencial que cuenta con dos dormitorios independientes, una gran sala de estar comunitaria con chimenea y bar y también hay una pequeña cocina.
Cuando las dos entraron en los respectivos dormitorios que solían alojarse con sus esposos y los encontraron durmiendo tranquilamente, recuerdos de momentos de pasión disfrutados varias veces que estuvieron allí con su cara mitad invadieron la mente de cada una que sonrió disfrutando de la hermosa vista.
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Feriha: despiértate dormilón - dijo con voz tierna, susurrante - despierta, mi amor - susurró besando sus mejillas y luego besando y mordisqueando sus labios. Emir: cariño - masculló disfrutando de sus caricias - sólo unos minutos más - susurró mientras sus ojos aún somnolientos permanecían cerrados.
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En un abrir y cerrar de ojos, Feriha trató de empujarlo y lastimarlo de algún modo. Emir: ¿qué pasa? - preguntó, asustado y cuando abrió completamente los ojos la encontró con los ojos saltando de rabia. Feriha: ¡¿qué pasa?! - repetió con ironía mientras intentó a zarandearlo. Emir: así es, vamos... dímelo, ¿qué pasa? - preguntó confundido. Feriha: la noche fue muy divertida, ¿no? - gritó exasperada - en serio, simplemente no entiendo cómo pudiste hacerlo - objetó, con un nudo en la garganta y ni siquiera lo miró.
